OTOTOXICIDAD
POR MEDICAMENTOS
Se
denomina ototoxicidad a las perturbaciones transitorias o definitivas de la función
auditiva y/o vestibular inducidas por sustancias de uso terapéutico, se consideran
medicamentos ototóxicos aquellos con capacidad de dañar las estructuras del oído
interno (particularmente la cóclea y las células vestibulares) o el nervio acústico.
La ototoxicidad se muestra con síntomas como tinnitus o acúfenos (zumbido en los
oídos), vértigo, hipoacusia y sordera.
Según
la función comprometida y la sintomatología que el paciente desarrolle clasificamos
la ototoxicidad en: coclear (o auditiva)
y vestibular. Y según su evolución en
el tiempo hablaremos de aguda
(reversible) y crónica
(irreversible), teniendo como punto de corte 2‐3
semanas tras la interrupción del tratamiento.
La
toxicidad coclear o auditiva puede abarcar desde un pequeño incremento en el umbral
de audición, sólo detectable a través de audiometría, hasta la sordera completa.
La primera manifestación clínica suele ser la presencia de acúfenos, en general
bilaterales, de inicio brusco y gran intensidad, pudiendo evolucionar o no, a una
pérdida de audición. En su estadío inicial el daño se limita a las frecuencias agudas
(4000 a 8000 Hz) no afectando a la audición conversacional, aunque el paciente suele
referir sensación de ruido y embotamiento auditivo, en esta fase los daños suelen
ser reversibles. En su estadío avanzado la toxicidad coclear afecta a las células
ciliares internas del apex coclear afectando a las frecuencias más graves y a la
audición conversacional, en este punto el déficit auditivo puede ser permanente
o sólo parcialmente reversible.
De
forma paralela al daño coclear se suele desarrollar la toxicidad vestibular, que
se manifiesta con síntomas como vértigo, náuseas, mareos y nistagmo, aunque es frecuente
que estos síntomas se enmascaren por los mecanismos compensatorios visuales y propioceptivo,
por ello el alcance de este tipo de ototoxicidad es difícil de evaluar, principalmente
si se desarrolla de forma lenta y progresiva.
Existen
factores de riesgo que pueden contribuir a la ototoxicidad de los medicamentos,
como son: concentraciones elevadas del medicamento, uso concomitante de varios medicamentos
ototóxicos, pérdida de audición preexistente, exposición previa a agentes ototóxicos,
exposición a ruido, susceptibilidad hereditaria, deshidratación, fiebre, bacteriemia,
infecciones óticas, alteración de la función renal, alteración de la función hepática,
fallo multiorgánico, edad, etc.
Medicamentos ototóxicos
Son
numerosos los medicamentos asociados a la aparición de ototoxicidad, algunas revisiones
afirman que se utilizan más de 130 fármacos ototóxicos, para alguno de ellos como
los aminoglucósidos esta asociación es ampliamente conocida, en cambio no lo es
tanto para otros fármacos muy utilizados en la práctica clínica habitual.
Medicamentos ototóxicos
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