UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA DE MÉXICO
FES ZARAGOZA
UNIDAD DE
POSGRADO
ESPECIALIZACION EN ESTOMATOLÓGIA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
ALUMNA:
HORTA SÁNCHEZ CYNTHIA MARLEN
PROFESOR:
DR. JOSÉ LUIS URIBE PIÑA
PARALISIS CEREBRAL
La parálisis cerebral se define según
los Nacional Institutes of Health (NIH) como un trastorno motor no progresivo,
que debuta precozmente en el recién nacido, y afecta a una o más extremidades,
con espasticidad o parálisis muscular. Esta relacionada con la lesión de
neuronas motoras altas del cerebro, no del canal medular.
Es una discapacidad crónica del
sistema nervioso central caracterizada por un control aberrante del movimiento
y la postura, que aparece a edades tempranas, y no como resultado de una enfermedad
neurológica progresiva.
La prevalencia global de PC se sitúa
aproximadamente entre un 2 y 3 por cada 1000 nacidos vivos.
Se clasifica según el tipo de
disfunción en :
Parálisis cerebral espástica
Es la forma más frecuente. Los niños
con PC espástica forman un grupo heterogéneo:
·
Tetraplejía espástica
Es la forma más grave. Los pacientes
presen- tan afectación de las cuatro extremidades. En la mayoría de estos niños
el aspecto de grave daño cerebral es evidente desde los primeros meses de vida.
En esta forma se encuentra una alta incidencia de malformaciones cerebrales,
lesiones resultantes de infecciones intrauterinas o lesiones clásticas como la
encefalomalacia multiquística.
·
Diplejía espástica
Es la forma más frecuente. Los
pacientes presentan afectación de predominio en las extremidades inferiores. Se
relaciona especial- mente con la prematuridad. La causa más frecuente es la
leucomalacia periventricular.
·
Hemiplejía espástica
Existe paresia de un hemicuerpo, casi
siempre con mayor compromiso de la extremidad superior. La etiología se supone
prenatal en la mayoría de los casos. Las causas más frecuentes son lesiones
cortico-subcorticales de un territorio vascular, displasias corticales o
leucomalacia periventricular unilateral.
Parálisis cerebral discinética
Es la forma de PC que más se relaciona
con factores perinatales, hasta un 60-70% de los casos . Se caracteriza por una
fluctuación y cambio brusco del tono muscular, presencia de movimientos
involuntarios y persistencia de los reflejos arcaicos.
En función de la sintomatología
predominante, se diferencian distintas formas clínicas:
a) forma coreoatetósica, (corea,
atetosis, temblor);
b) forma distónica, y
c) forma mixta, asociada con
espasticidad. Las lesiones afectan de manera selectiva a los ganglios de la
base.
Parálisis cerebral atáxica
Desde el punto de vista clínico,
inicialmente el síntoma predominante es la hipotonía; el síndrome cerebeloso
completo con hipotonía, ataxia, dismetría, incoordinación puede evidenciarse a
partir del año de edad. Se distinguen tres formas clínicas: diplejía atáxica, ataxia simple y el síndrome de
desequilibrio.
A menudo aparece en combinación con
espasticidad y atetosis Los hallazgos anatómicos son variables:
hipoplasia o disgenesia del vermis o
de hemisferios cerebelosos, lesiones clásticas, imágenes sugestivas de atrofia,
hipoplasia pontocerebelosa.
Parálisis cerebral hipotónica
Es poco frecuente. Se caracteriza por
una hipotonía muscular con hiperreflexia osteotendinosa, que persiste más allá
de los 2-3 años y que no se debe a una patología neuromuscular.
Parálisis cerebral mixta
Es relativamente frecuente que el
trastorno motor no sea “puro”. Asociaciones de ataxia y distonía o distonía con
espasticidad son las formas más comunes.
y según la disfunción de extremidades
se clasifican en:
1)Cuadriplejía espástica (asociada a
retraso mental, convulsiones)
2) Diplejía (frecuente en prematuros)
3) Coreoatetosis
4)Tipos mixtos
Su etiología es multifactorial, aunque
en la mayoría de los casos es desconocida.
Puede deberse a factores prenatales,
perineales o postnatales:
1) Factores prenatales: Pérdida de
fetos o recién nacidos previos, madre con retraso mental, malformaciones
fetales, trastornos tiroideos maternos, especialmente hipotiroidismo, partos
anteriores de recién nacidos menores de 1500 gramos o con déficit motor,
sensorial o retraso mental, exposición de la madre a tóxicos como el
metilmercurio o infecciones intrauterinas tales como citomegalovirus, sífilis,
rubéola, varicela y toxoplasma.
2) Factores perinatales: Polihidramnios,
proteinuria severa o tensiones arteriales elevadas, metrorragia del tercer
trimestre, crecimiento intrauterino retardado, o gestación múltiple (en
relación con la prematuridad y el crecimiento intrauterino retardado).
3) Factores postnatales: Prematuridad
y corioamnionitis. Además pueden contribuir al desarrollo de parálisis
cerebral: infecciones, hemorragias intracraneales, leucomalacia perivantricular
en prematuros, la hipoxia o isquemia como ocurre en el síndrome de aspiración
de meconio, la persistencia de circulación fetal o hipertensión pulmonar en el
recién nacido.
Los síntomas más importantes son las
alteraciones del tono muscular y el movimiento, pero se pueden asociar otras
manifestaciones:
*
Problemas visuales y auditivos.
*
Dificultades en el habla y el lenguaje.
*
Alteraciones perceptivas.
*
Alteración del reconocimiento de los estímulos sensoriales.
*
Pérdida de la facultad de realizar movimientos coordinados para un fin
determinado o pérdida de la comprensión del uso de los objetos ordinarios, lo
que da lugar a comportamientos absurdos. Incapacidad para realizar movimientos
útiles.
*
Dificultad en los movimientos voluntarios.
Las contracturas musculares que se asocian
con la Parálisis Cerebral conlleva que sea imposible que la articulación se
mueva, pero también puede ocurrir que exista una falta de tono muscular, por lo
que las articulaciones pueden dislocarse ya que los músculos no las estabilizan
.
MANIFESTACIONES ESTOMATOLOGICAS
·
Hipoplasia
de esmalte correlacionada con el tiempo en el cual tuvo lugar el daño cerebral.
·
Excesiva
salivación
·
Alteraciones
de deglución
·
Aumento
en la incidencia de caries y enfermedad periodontal
·
Higiene
oral deficiente
·
Función
anormal de lengua, labios y carrillos
·
Agrandamiento
gingival por anticonvulsivantes
·
Respiración
oral
·
Disfunción
de ATM
·
Atrición
oclusal y bruxismo
·
Maloclusión
·
Generalmente
clase II proporcional a la severidad del daño cerebral
·
Fracturas
en incisivos superiores por la inestabilidad ambulatoria y las frecuentes
caídas.
MANEJO ESTOMATOLÓGICO
ö
Historia
clínica con documentación acerca de medicación, severidad de la disfunción
motora y desórdenes asociados.
ö
Posicionamiento
del paciente utilizando almohadones, pequeños flotadores, colocación de
almohadillas en tronco y extremidades para controlar el movimiento involuntario
y confortar al paciente.
ö
Mantener
al paciente semisentado para disminuir la dificultad en la deglución, sí el
paciente tiene silla de ruedas y prefiere que el tratamiento se realice allí,
se le puede complacer.
ö
Intente
mantener al paciente en el centro del sillón con brazos y piernas tan cerca del
cuerpo como sea posible.
ö
Cita
en horas de la mañana cuando el paciente no esté fatigado.
ö
Utilice
abrebocas y cuñas digitales siempre sujetadas con seda dental.
ö
Introduzca
lentamente los estímulos orales para disminuir el reflejo nauseoso.
ö
Utilice
succión potente.
ö
Establezca
programas preventivos y de tratamiento individualizados incluyendo modificaciones
en los cepillos, portasedas, enjuagues antiplaca y modificación de la dieta en
la medida que sea posible.
BIBLIOGRAFIA:Argüelles P.,Parálisis Cerebral Infantil,Protocolos Diagnóstico Terapeúticos de la AEP: Neurología Pediátrica.
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