UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE
MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES
ZARAGOZA
ESPECIALIDAD EN ESTOMATOLIGÍA DE
NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
SEMINARIO MONOGRÁFICO
DR. JOSÉ LUIS URIBE PIÑA
GABRIEL URIBE GODÍNEZ
TRASTORNOS DEL LENGUAJE
Los trastornos del lenguaje
configuran un grupo muy heterogéneo de alteraciones en el desarrollo o
adquiridas, caracterizadas principalmente por déficit en la comprensión,
producción y uso del lenguaje. Este término engloba un amplio grupo de
patologías muy diversas en relación con su origen, evolución y, por tanto, con
diferente tratamiento y pronóstico. El pediatra de Atención Primaria se
enfrenta a un reto considerable en cada paciente con retraso del lenguaje.
Desbridar los distintos componentes del lenguaje expresivo, comprensivo, los
factores implicados en su etiopatogenia, el diagnóstico diferencial y la indicación
de una terapia específica y temprana requiere formación especializada y un
abordaje multidisciplinar. Pero es el pediatra el que tiene las herramientas
iniciales idóneas para realizar un abordaje escalonado del problema y debe ser
capaz de coordinar a los especialistas implicados en la evaluación y
seguimiento de estos niños. Existen numerosos protocolos de abordaje
multidisciplinar que incluyen a pediatra, neuropediatra, psicólogo, logopeda y
educadores, y que permiten descartar inicialmente procesos intercurrentes o
crónicos que influyan en el desarrollo del lenguaje.
CLASIFICACIÓN CLÍNICA DE LOS
TRASTORNOS DEL HABLA Y DEL LENGUAJE EN EL NIÑO
Déficit auditivo, sordomudez.
Disglosias.
Disartrias. Trastorno del
desarrollo de la pronunciación Dislalias. Trastorno del ritmo y de la fluencia
Tartamudeo. Farfulleo (taquifemia y habla atropellada)
Trastornos específicos del
desarrollo del lenguaje; Disfasias
Disfasias expresivas (déficit de
programación fonológica. Apraxia verbal congénita)
Disfasias Mixtas (déficit mixto
fonológico sintáctico. Déficit anómico sintáctico. Agnosia verbal congénita)
Afasias adquiridas durante la
niñez. Síndrome de afasia epilepsia (síndrome de Landau-Kleffner)
Trastornos psicolinguisticos.
Trastorno semántico-pragmático.
Trastornos generalizados del
desarrollo: trastorno de Asperger. Autismo infantil. Trastorno generalizado del
desarrollo no especificado. Carencias socioafectivas tempranas. Mutismo
selectivo. Retardo mental, trastorno de forma y de funciones lingüísticas.
Crespo y Narbona, plantearon la
hipótesis, de que el espectro de TEL es un trastorno básico único cuyas
manifestaciones clínicas pueden ser diversas en forma y gravedad, entre
individuos de una misma familia y dentro del mismo individuo según la edad. Los
miembros del mismo grupo familiar con idéntica mutación tenían diferentes
formas de TEL. La edad en la que los niños son diagnosticados y evaluados es
una variable importante en cualquier estudio.
Los trastornos de la comunicación
son uno de los problemas del desarrollo más comunes en la pediatría general. Se
dice que hasta el 17% de los niños de 2 años de edad tienen inicio tardío del habla.
Y hasta el 37% de los niños de 3 años con trastorno del lenguaje tienen
disminuidas sus capacidades cognitivas no verbales. Los trastornos de la
comunicación se caracterizan por una sustancial discrepancia entre el lenguaje
y el desarrollo cognitivo no verbal. Se trata de diferenciar y distinguir
claramente los niños con TEL de los niños con retraso del lenguaje por
trastorno más generalizado de la función cognitiva. Pero es posible encontrar
TEL en niños con retraso mental y TEL en niños autistas, aunque es más difícil
su diagnóstico. El DSM-IV acepta el diagnóstico de trastorno de la comunicación
en una amplia gama de alteraciones concomitantes, siempre que las dificultades
del lenguaje sean superiores a las habitualmente asociadas a estos problemas.
Para considerar que hay un trastorno especifico del lenguaje o un trastorno de
la comunicación, este debe interferir con los logros académicos y con la
comunicación social.
La alteración del lenguaje
pragmático suele ocurrir en el contexto del TEL aunque se ha reconocido como
síntoma de una serie de trastornos como el autismo y el trastorno generalizado
del desarrollo, el síndrome de Asperger, el trastorno de aprendizaje no verbal
y el daño del hemisferio cerebral derecho.
Trastornos del desarrollo de la
pronunciación; Dislalias.
Los problemas del desarrollo en
algunos niños parecen circunscribirse de modo primario a la adquisición de la
fonología. Se trata de la persistencia de ciertas formas de articulación que
son normales durante los primeros tres años de vida. Persistencia de emisiones
inmaduras de ciertos fonemas como lo haría normalmente un niño más pequeño.
Muchas veces el trastorno consiste en omisiones por simplificación en la
combinación de consonantes, gobo por globo. Con frecuencia la dislalia es
múltiple y hace ininteligible el habla. La fluencia del niño con dislalia es
normal y en todo caso mucho mejor que el niño disfásico. La dislalia suele
responder bien al tratamiento logopédico.
El tartamudeo o espasmofemia: se
producen bloqueos y repeticiones de una sílaba o un grupo de sílabas, con
sincinesias cefálicas. Hay un tartamudeo evolutivo transitorio o fisiológico en
el tercero o cuarto años de vida.
Trastornos motores del habla.
Disartrias.
El desarrollo del lenguaje
requiere un control neuromuscular complejo. Los niños con trastorno
neuromuscular con encefalopatías estáticas, del tipo de la llamada parálisis
cerebral infantil, por lo general tienen problemas con el habla y el lenguaje.
Otras disfunciones motrices menos graves como las que pueden presentar los
niños con trastornos del tipo de las llamadas enfermedades del neurodesarrollo
o disfunciones cerebrales mínimas, también interfieren con la adquisición del
lenguaje.
El trastorno en el control
neuromuscular con origen en cerebro, cerebelo, tálamo, tronco cerebral, causan
disartria, por debilidad, cambios de tono, incoordinación, de los músculos que
intervienen en el habla. Con frecuencia en mayor o menor grado se afecta la
deglución y la masticación en estos niños. Aunque es frecuente que los niños
con TEL sufran en grado variado dificultades en las praxias orolinguales. La
disartria puede manifestarse con palabras pastosas, consonantes y vocales
distorsionadas, con un habla lenta y difícil. La resonancia nasal puede variar
por un mal control velofaríngeo.
La Dispraxia es un trastorno de
la programación o secuenciación de los complejos movimientos que participan en
la producción del lenguaje. Produciendo omisión de sonidos en el discurso.
Disminución de la inteligibilidad del discurso, mucho más que en palabras
aisladas. En la disartria se alteran más las consonantes y en la dispraxia se
alteran tanto las vocales como las consonantes. La dispraxia se relaciona con
las llamadas disfasias expresivas; niños cuya comprensión verbal parece normal,
pero con poco o nulo desarrollo verbal. Estos niños dispráxicos o apráxicos hoy
se incluyen dentro de los trastornos específicos del lenguaje. No se ha
identificado una lesión o anomalía anatómica específica como posible causa. El
pronóstico es menos favorable que en otros casos de trastorno de la
articulación. El problema suele persistir.
Trastornos primarios del
desarrollo neurológico del lenguaje, Disfasias, trastornos específicos del
Lenguaje
Llamados por otros autores como
trastornos primarios del lenguaje y del conocimiento (para nosotros la causa
más frecuente de retraso del lenguaje) hace referencia a la estrecha
interrelación entre el desarrollo cognoscitivo y la adquisición del lenguaje.
Así el retraso mental se considera una de las causas de déficit de la
adquisición del lenguaje, pero tal consideración parece simplista. El
desarrollo cognitivo y la adquisición del lenguaje están íntimamente
relacionados. Ciertos pasos en el desarrollo cognitivo deben preceder a otros
en la adquisición del lenguaje. Por otro lado la adquisición del lenguaje
contribuye al desarrollo cognitivo. Nos encontraremos niños con déficit de
lenguaje por déficit cognitivo y niños con déficit cognitivo por déficit en el
lenguaje. La cuestión no es baladí, pues la tendencia general es a no hablar
del trastorno del lenguaje, sino a poner en primer lugar y como diagnóstico el
retraso mental o cognitivo. Considerando simplistamente que la causa es el déficit
cognitivo y el efecto el trastorno del lenguaje. Las interrelaciones entre los
procesos del conocimiento y el lenguaje no pueden ser caracterizadas con base
en una relación causa efecto simple.
En un tiempo se aplicaba el
término de niño afásico, afasia del desarrollo, a aquel niño que no hablaba,
pero con el tiempo se vio que era incorrecto aplicar este término neurológico a
niños tan diversos en la causa o etiología de su retraso en la adquisición del
lenguaje. No es lo mismo un síndrome de Angelman que un autista, un niño con
tetraplejia espástica por asfixia, etc. Se pasó a utilizar una terminología
indefinida, de niños con déficit específicos en la adquisición del lenguaje y
luego se describían de la manera más precisa las manifestaciones particulares
de cada niño. Nuestra generación hablaba
de niños disfásicos, de disfasia y en la actualidad cada vez se impone más la
denominación de trastornos específicos del lenguaje.
Pero es un término descriptivo
que se queda corto e inexacto, pues frecuentemente se acompaña de otros
trastornos o disfunciones comórbidas y otras muchas veces no es tan específico.
Como neuropediatras nos suena mejor el término disfasia, pues hace referencia a
la disfunción cerebral que supone el trastorno del lenguaje.
Los componentes formales del
lenguaje se adquieren tarde y de forma defectuosa. Con la evolución y el apoyo
logopédico se puede adquirir lenguaje oral suficiente para la comunicación,
pero el problema de base suele persistir y comprometer el aprendizaje de la lectoescritura
y el manejo de formas complejas de discurso.
Alteraciones concomitantes.
Trastornos comórbidos.
Es frecuente que los niños con
TEL presenten también trastorno de la coordinación motora y dificultades de
atención selectiva y concentración en tareas cognitivas. Poco menos de la mitad
de los niños diagnosticados de TEL, presentan retrasos de la psicomotricidad
gruesa y fina. La exploración meticulosa de las habilidades motoras de los
niños con TEL, fueron parecidas a las de niños cronológicamente más pequeños. Y
algunos retrasan el control de esfínteres. Hay deficiencias cognitivas
generales en la alteración específica del lenguaje, aunque en general pueden
tener capacidades globales no verbales en grados medios o altos de la capacidad
cognitiva. Se ha demostrado alteración en las tareas de memoria a corto plazo
tanto visuoespacial como verbal. La asociación habitual de alteraciones
cognitivas no verbales y motoras en los niños con trastornos del lenguaje,
lleva a algunos autores a indicar que la expresión TEL, es inadecuada, pues el
87% de los preescolares con alteración del lenguaje, tuvo problemas del
desarrollo asociados.
Problemas emocionales y del
comportamiento, asociados al trastorno del lenguaje. Por regla general el
desarrollo social y emocional de los niños está correlacionado con el
desarrollo del lenguaje. Los niños con retraso del lenguaje se relacionan mejor
con niños de menor edad o con adultos o niños mayores que saben interpretar sus
intenciones, que con niños de su edad de desarrollo normal. Los niños con
dificultades de comunicación suelen presentar problemas sociales, emocionales y
comportamiento. Trastornos con déficit de atención, trastorno de ansiedad,
trastorno oposicionista y desafiante. La máxima frecuencia de trastorno psiquiátricos
se da en los que el trastorno es fundamentalmente de comprensión del lenguaje y
menos en los que solo tienen alterado lo expresivo. En general los que tienen
trastorno expresivo y receptivo, presentan síntomas compatibles con TDAH. Los
niños tienen dificultades para entender a sus compañeros y se marginan, se
frustran, y pueden reaccionar con rabietas o agresividad o inhibición. Muchos
niños con TEL presentan dificultades en las interacciones sociales; pues la
interacción social depende de la comunicación oral. A pesar del trastorno de
comunicación participan en juegos simbólicos, poseen imaginación, reciprocidad
afectiva, y muestran conductas de referencia conjunta adecuadas a su edad (que
los diferencian claramente de los niños con trastorno del espectro autista)
Retraso Madurativo o retraso
Simple del lenguaje
El retardo simple constituye
motivo frecuente de consulta. Los límites entre los retrasos simples del
lenguaje y lo que solíamos denominar disfasia del desarrollo y ahora TEL no
están claramente definidos. Situación que ocurre en general con todas las
funciones en desarrollo.
Los niños con retraso del desarrollo del
lenguaje expresivo, sin pruebas de presentar un trastorno motor del habla y
cuya comprensión del lenguaje receptivo es normal, pueden tener un retraso
madurativo del lenguaje expresivo. Una variante normal del desarrollo y su
diagnóstico se establece por exclusión. El 40% de los niños que acuden con
retraso del desarrollo del lenguaje tienen retraso simple del lenguaje o retraso
madurativo del desarrollo del lenguaje. Lo que realmente confirma el
diagnóstico es la evolución favorable y por lo tanto no podemos anticipar el
pronóstico. Algunos rasgos nos hacen diferenciar el retraso simple del lenguaje
de los TEL: Retraso de la expresión verbal en dos o más evaluaciones sucesivas.
Afectación global de todos los aspectos de la expresión (incluida pobreza de
vocabulario) afectación de la comprensión y compromiso del uso social del
lenguaje. El niño con retraso simple del lenguaje vasta a veces el que entre en
una escuela infantil donde esta en contacto con otros niños de su edad sin
retraso del lenguaje. Los padres suelen acudir a la siguiente revisión
comentando lo bien que ha resultado meter al niño en la guardería. Pese a las dislalias
la prosodia y la semántica comunicativa son buenas. El niño comprende bien y es
comunicativo.
Pruebas Complementarias en TEL o
Disfasia:
En él paciente individual rara
vez están indicados estudios de neuroimagen o de EEG de sueño. Pues como hemos
dicho no es probable que un trastorno neurológico se manifieste exclusivamente
en retraso en la adquisición del habla y el lenguaje. La mayoría de los niños
con TEL tiene una exploración neurológica normal, y los estudios de neuroimagen
raras veces muestran anomalías focales en la estructura cerebral.
Sin embargo la valoración
neuropediátrica puede encontrar, en escaso número de casos, una causa
subyacente al trastorno del lenguaje.
La tendencia actual es a
recomendar que el niño con retraso del lenguaje sea evaluado primeramente por
el neuropediatra. Esta recomendación se basa en las numerosas dimensiones
médicas y neurobiológicas del problema, la consideración de etiologías
específicas y la evaluación de problemas asociados
CONCLUSIONES
Es importante la detección precoz
de signos y síntomas de alerta de los trastornos de la comunicación y de su
causa más frecuente el TEL. Antes de cumplir los dos años se debe iniciar la
intervención sobre el TEL. La mayor parte de los niños con TEL pueden mejorar con
un programa de atención temprana, de intervención psicopedagógica y logopédica.
En la mayoría de los trastornos del lenguaje, la etiología es presumiblemente
genética. El estudio con pruebas de neuroimagen, neurofisiológicas,
neurometabólicas y neurogenéticas, solo estará indicado en casos seleccionados.
Debemos ayudar a los padres a comprender que la mejoría es un proceso largo que
implica a profesores y terapeutas. Que en ocasiones el niño alcanza un nivel
similar a los niños de su misma edad, pero que no siempre es así. Que aunque la
mayoría mejoran, el TEL es un problema persistente a lo largo de toda la vida
en la mayor parte de los casos. Debemos prevenir la aparición de trastornos
comórbidos psiquiátricos y de aprendizaje, que se presentarán en el 50% de los
casos de TEL.
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