UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA
CIRUJANO DENTISTA
ESPECIALIDAD DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
Crisis convulsivas
Guzmán Ortiz Gabriela
A pesar de que las crisis convulsivas pueden ser perturbadoras, en muchos casos terminan sin ningunaintervención. Unavezquehanpasado,lapersonagradualmenterecuperaelcontroly sereorientasinningúnefectoadverso. Lamayoríadelaspersonasdiagnosticadasconepilepsia tienen las crisis convulsivas controladas con medicamentos.
Etiología
Un niño puede experimentar una sola convulsión o muchas
convulsiones. Aunque la causa exacta de la convulsión puede no llegar a
saberse, las convulsiones más comunes son causadas por lo siguiente:
· En los
recién nacidos y los bebés:
Traumatismos al
nacer.
Problemas
congénitos (de nacimiento).
Fiebre /
infección.
Desequilibrios
químicos o metabólicos en el cuerpo.
· En niños,
adolescentes y adultos:
Alcohol o drogas.
Traumatismo en la
cabeza.
Infecciones.
Condiciones
congénitas.
Factores
genéticos.
Razones desconocidas.
· Otras
posibles causas de las convulsiones pueden incluir las siguientes:
Un tumor cerebral.
Problemas
neurológicos.
Síndrome de
abstinencia de drogas.
Medicamentos.
Clasificación
*Crisis convulsivas parciales simples
Las crisis convulsivas parciales simples son convulsiones localizadas, que afectan solamente un área del cerebro. Los síntomas que la persona siente dependen de la función que esa área del cerebro controla. Las convulsiones pueden incluir movimientos involuntarios o rigidez de una extremidad, sensación de déjà vu, un olor o sabor desagradable o sensación de náuseas o ‘mariposas’ en el estómago. La persona permanece plenamente consciente durante las convulsiones. Las convulsiones generalmente duran menos de un minuto y luego la persona se recupera. Cuando las crisis convulsivas parciales se extienden y comprometen todo el cerebro se denominan crisis convulsivas secundarias generalizadas.
*Crisis convulsivas parciales complejas
Este tipo de crisis convulsivas igualmente afectan solamente un área del cerebro pero la consciencia de la persona se altera. La persona se ve confusa y aturdida; y podría actuar de manera extraña como jugar nerviosamente con la ropa, hacer movimientos de masticación o ruidos extraños. Las convulsiones por lo general duran de uno a dos minutos pero la persona podría estar aturdida o soñolienta durante unos minutos o durante horas después de la convulsión.
*Crisis de ausencia
Estassoncrisisgeneralizadasqueincluyentodoelcerebroysonmáscomunesenniños. Con este tipo de crisis, la persona pierde la noción de lo que sucede a su alrededor pero raramente cae al suelo. Simplemente tiene la mirada perdida y puede voltear los ojos hacia arriba o pestañear rápidamente.
A veces es difícil diferenciar entre las crisis de ausencia y el soñar despierto. Sin embargo las crisis de ausencia empiezan súbitamente, duran unos segundos y terminan rápidamente, y la personacontinúaloquehabíaestadohaciendo. Apesardequeestascrisisdeausenciaduran tan solo unos segundos, pueden ocurrir muchas veces al día y por lo tanto pueden causar interrupción en el aprendizaje.
*Crisis convulsivas mioclónicas
Las crisisconvulsivasmioclónicassonsacudidasmusculares incontrolables. Estasconvulsiones generalmente ocurren poco después de despertar o antes de acostarse, cuando la persona estácansada. Sonconvulsionesgeneralizadasenlasquesepierdeelconocimiento,peroson breves y casi no se notan.
*Crisis convulsimas tónico-clonicas
Las crisis convulsivas tónico-clónicas son convulsiones generalizadas que comprometen todo el cerebro. Es el tipo de convulsiones que la mayoría de la gente asocia conlaepilepsia. Algunaspersonaspuedenexperimentar un ‘aura’ como una sensación de déjà vu, una sensación extraña en el estómago o un olor o sabor extraño inmediatamente antes de las convulsiones. El aura es sí es una crisis convulsiva parcial simple.
Durante las crisis convulsivas tónico-clónicas el cuerpo
de la persona se pone rígido y cae al suelo (la fase tónica).
Las extremidades entonces sufren sacudidas fuertes, simétricas y rítmicas (la fase clónica). La persona puede babear o enrojecer o ponerse morado, o puede sufrir incontinencia de la vejiga o intestino.
A pesar de que observar este tipo de convulsiones puede ser perturbador, es improbable que las convulsiones en sí causen daño a la persona que la sufre. Podrían sí vomitar o morderse la lengua y pueden hacerse daño si se golpean con algún objeto al caer o convulsionar. Las convulsionesterminanalcabodeunosminutos. Lapersonapuedeentoncessentirseaturdida osoñolienta. Puedequetengandolordecabezaysueño. Esteamodorramientopuededurar unas cuantas horas.
*Crisis convulsivas tónicas
Las crisis convulsivas tónicas son convulsiones generalizadas que causan rigidez de los músculos y si la persona está de pie puede caer pesadamente al suelo. Las convulsiones pueden ocurrir unas tras otras mientras la persona duerme pero si ocurren estando despierto se puede golpear la cabeza.
¿Que se debe hacer?
·
Permanezca junto a la persona – mantenga la calma.
·
Anote el tiempo/duración de la crisis
convulsiva.
·
Proteja a la persona para que no se haga daño – retire los objetos peligrosos del
área.
Póngale
algo blando debajo de la cabeza. Aflójele la ropa ceñida.
·
Con delicadeza póngalo de costado – tan
pronto como sea posible ayúdele con la
respiración
·
Establezca comunicación con la
persona para cerciorarse que ha recobrado el
conocimiento.
·
Tranquilice a la persona.
·
Mantenga alejados a los observadores.
·
No restrinja los movimientos de la persona.
·
No le ponga nada en la boca a la fuerza.
·
No le dé agua, tabletas o comida hasta que haya recobrado el conocimiento.
Después de la crisis
convulsiva, la persona debe permanecer de costado hacia el lado izquierdo.
Recuerde que hay un pequeño riesgo de que la persona vomite después de las
convulsiones antes de recuperar el conocimiento. Es por eso que la cabeza debe
estar hacia un costado para que pueda expeler el vómito sin peligro de
inhalarlo. Permanezca con la persona hasta que se recupere (5 a 20 minutos).
Es posible que el alcance total de la convulsión no se
comprenda inmediatamente después de la aparición de los síntomas, pero puede
ponerse de manifiesto con una evaluación médica completa y exámenes de
diagnóstico.
Diagnostico
El diagnóstico de las convulsiones se realiza con la
exploración física y los exámenes de diagnóstico. Durante la exploración, el
médico obtiene una historia médica completa del niño y de la familia y pregunta
cuándo ocurrieron las convulsiones. Las convulsiones pueden deberse a problemas
neurológicos y requieren seguimiento médico.
Los exámenes de diagnóstico pueden incluir:
•
Exámenes de sangre.
•
Electroencefalograma (su sigla en inglés es
EEG) - procedimiento que registra la actividad eléctrica continua del
cerebro mediante electrodos colocados en el cuero cabelludo.
•
Imágenes por resonancia magnética (su sigla
en inglés es MRI) - procedimiento de diagnóstico que utiliza una
combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir
imágenes detalladas de los órganos y estructuras dentro del cuerpo.
•
Tomografía computarizada (También llamada
escáner CT o CAT.) - procedimiento de diagnóstico por imagen que
utiliza una combinación de rayos X y tecnología computarizada para obtener
imágenes de cortes transversales del cuerpo, tanto horizontales como
verticales. Una tomografía computarizada muestra imágenes detalladas de
cualquier parte del cuerpo, incluyendo los huesos, los músculos, la grasa y los
órganos.
•
Punción raquídea (punción lumbar) - se
coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, en el interior del
conducto raquídeo, que es la zona que rodea la médula espinal. Entonces se
puede medir la presión que existe en la médula espinal y en el encéfalo. Se
puede extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (su sigla en
inglés es CSF) y enviarla al laboratorio para comprobar si existe una infección
o algún otro tipo de problema.
conducta odontológica
Durante la consulta puede ocurrir que el paciente comience con episodios de
convulsiones, en la mayoría de los casos no han tomado las drogas
antiepilépticas ( por circunstancias económicas o culturales). Es preciso saber
que el desencadenante de las convulsiones puede ser la situación de estrés
generada solo por la entrevista odontológica. Es conveniente que el práctico
general evalúe junto con el Neurólogo la posibilidad de una sedación con
benzodiacepinas para realizar la práctica dental.
La observación de la conducta del paciente durante la entrevista nos puede
hacer inferir en la posibilidad de un ataque por los siguientes síntomas
prodrómicos tales como: epigastralgias, síndrome vertiginoso o sensación de
extrañeza. Estos síntomas son de valor ambiguo que depende la mayoría de
las veces de una buena comunicación y relación con el paciente.
Conducta a seguir cuando se producen las convulsiones.
· Mantener las vías aéreas
expeditas (evitar la aspiración de vómito o sangre inclinando la cara hacia uno
de los lados).
· Aflojar la ropa del
paciente y elevar las piernas (trendelembur), esto permite un buen retorno
venoso mejorando la circulación sanguínea. En ningún momento tratar de detener
el movimiento de las extremidades.
· Tratar de evitar el
traumatismo craneano sosteniendo suavemente la cabeza y con un pañuelo evitar
que se muerda los labios ( no usar elementos metálicos o de otro tipo para
introducirlos en la boca).
· En término de 30 a 60
segundos la crisis desaparece, el paciente generalmente no recuerda lo
sucedido, se encuentra adolorido, angustiado y confundido. Pero si la crisis se
repite varias veces con latencia de unos minutos o a veces no recobra el
conocimiento entre las crisis, se debe llamar a la urgencia médica porque el
paciente se encuentra en “estado de mal”. (Pudiendo desencadenar
lesiones neurológicas irreversibles).
· A veces sucede que
durante la charla previa al tratamiento dental el paciente muestra ausencias
por unos segundos (no responde a nuestro mandato) como si estuviera distraído
este cuadro se conoce como “ petit mal”. Es recomendable la
interconsulta con Neurología, porque en la mayoría de los casos progresan hacia
las crisis complejas.
Renteria A.
Salud y enfermedad del niño y del adolescente. Manual moderno, séptima edición,
2013.
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