UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS
SUPERIORES ZARAGOZA
ESPECIALIDAD EN
ESTOMATOLOGÍA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
SEMINARIO MONOGRÁFICO
SORDERA Y CEGUERA
DR. JOSÉ LUIS URIBE PIÑA
ALUMNO: GABRIEL URIBE GODÍNEZ
SORDERA
Las causas y los procesos
patogénicos que fundamentan la hipoacusia-sordera han preocupado al hombre
desde que se identificó esta condición anómala en los seres humanos. Hoy día
preocupan tanto a los pacientes como a sus familias, a los que interactúan con
quienes la padecen y a la comunidad en general. Desde largo tiempo se conocen
algunas de las causas de hipoacusia-sordera, por ejemplo el ruido, aunque sólo
hasta fechas recientes se han probado varias de ellas. En este trabajo nos
referimos a las hipoacusias sensoriales y a las conductivas, aun cuando las
causas que las originan en uno u otro caso pueden ser las mismas y en muchos
casos la etiología no se ha identificado. A medida que avanza la ciencia, el
conocimiento de la etiología de las sorderas es mayor, particularmente de las
llamadas hipoacusias-sorderas sensoriales y sensorineurales; sobre todo cuando
la herencia juega un papel primordial. Sumado a lo anterior el desarrollo de la
tecnología, el conocimiento derivado de la metodología científica, y la
divulgación de los esquemas preventivos basados en el conocimiento de factores
de riesgo ya conocidos, entre otros, contribuyen a que el clínico identifique
con mayor precisión las causas de la hipoacusia-sordera. Con este marco de
referencia, actualmente algunos grupos de sordos tienen claramente conceptualizado
su problema auditivo, pero tanto ellos como sus médicos sabemos que no existen
recursos terapéuticos de gran eficacia para resolverlos. Por otra parte, los
hipoacúsicossordos demandan que se generen medidas preventivas específicas que
abatan el problema. Como respuesta a estas demandas se han delimitado en
nuestro medio estrategias formales de prevención como son las de vacunación
antirrubéola, antiparotiditis y antisarampión, entre otras. No obstante,
existen grupos minoritarios de sordos que postulan que su trastorno auditivo es
una variante de expresión cultural-social, y consideran que no se requiere
instrumentar medidas para prevenirlo o modificar su presentación. Posición que
los clínicos también deben tener en cuenta. Con el término hipoacusia-sordera
nos referimos a los problemas auditivos que pueden abarcar desde una dificultad
ligera para comprender lo que se escucha, hasta una sordera profunda
permanente, es decir hipoacusia de 90 dB HL o mayor como umbral promedio, para
las frecuencias comprendidas entre 0.5 y 4 kHz. Se calcula que existen
actualmente 28 millones de norteamericanos con hipoacusia-sordera de diferente magnitud,
uno de cada 1000 aproximadamente nace con esta condición grave y durante el
primer año de vida se agrega otro caso más por cada 1000 niños que son portadores
de hipoacusia severa. Por otro lado, al menos 60%4 de los casos de hipoacusia profunda
de inicio tardío están causados por factores genéticos, y de éstos la mayoría
por mutaciones de un sólo gen. Sólo 25% de los casos de trastornos auditivos
por factores genéticos son sindrómicos, en tanto que 75% de ellos no lo son.
De 75 a 80% de los casos de
hipoacusia-sordera por factores hereditarios siguen un patrón de transmisión
autosómico recesivo, 15%, el patrón autosómico dominante y de 2 a 3% de los
casos están ligados al cromosoma X. Dentro del grupo de hipoacusias-sorderas no
sindrómicas se incluyen aquéllas cuya transmisión es por herencia mitocondrial
Los avances prometedores en el
campo de la genética han dado como resultado que se identifiquen cada vez más
genes responsables de hipoacusia.
Típicamente, el diagnóstico de
hipoacusia autosómica recesiva es por exclusión, después de haber eliminado los
factores de riesgo conocidos, incluyendo de manera particular la infección por
citomegalovirus. En la mitad de los recién nacidos con hipoacusia severa a
profunda, o con hipoacusia-sordera no sindrómica, congénita profunda,
autosómica recesiva, se pueden encontrar mutaciones en el gen GJB2, el cual
codifica para la proteína conexina 26 (Cx26).
En dos tercios de los casos con
hipoacusia-sordera relacionada con la Cx26 se encuentra una sola mutación, la
35 del G.5 Este hallazgo ha dado lugar al interés creciente por los exámenes de
laboratorio de tipo genético.
Se dispone de pruebas de
laboratorio para evaluar a las parejas que tienen 25% de riesgo de tener un
hijo con DFNBL, que es responsable de 50% de las hipoacusias-sorderas no
sindromáticas autosómicas recesivas congénitas severa a profunda en Francia,
Inglaterra, Australia y Nueva Zelanda.6 El diagnóstico de DFNB1 se confirma si el
paciente tiene mutaciones causantes de enfermedades reconocidas en el gen GJB2
(cromosoma
13qq11-12. Las siglas DFNB
corresponden a las que se utilizan en inglés para designar a las hipoacusias
sorderas autosómicas recesivas). El gen GJB2 que codifica para la proteína
conexina 26. Las pruebas de laboratorio mencionadas consisten en el análisis
del ADN de células por amniocentesis en las semanas 16 a 18 de la gestación, o
bien en una muestra de vellosidades coriónicas en semanas novena a onceava de
la gestación. La técnica que se utiliza es la misma que la que se lleva a cabo
para exámenes de genética molecular.
Herencia
autosómica
Dominante
Recesiva
__ HSN congénita, severa, no
progresiva _ HSN congénita, severa, progresiva
__ HSN congénita, progresiva para
frecuencias bajas _ Hipoacusia congénita retrococlear
__ HSN no congénita, progresiva,
para frecuencias medias _ HSN congénita, no progresiva, moderada
__ HSN no congénita, progresiva,
para frecuencias altas _ HSN congénita progresiva
__ HSN no progresiva, unilateral
_ HSN no congénita, para
frecuencias altas
__ Disfunción audiovestibular no
congénita, progresiva
o disfunción vestibular
progresiva con HSN
para frecuencias altas. HERENCIA
__ Enfermedad de Méniere
LIGADA AL
__ Displasia de Mondini CROMOSOMA
X
HERENCIA _
HSN congénita, severa, profunda*
MITOCONDRIAL _
HSN congénita, severa a profunda
_ HSN no congénita
progresiva, para
_ Sensibilidad a antibióticos altas
frecuencias, con deterioro
aminoglucósidos moderado
_
HSN no congénita, no progresiva,
_ Diabetes tipo II e HSN para
frecuencias medias a altas
Asociadas con herencia
mendeliana
De etiología desconocida
Malformaciones congénitas y
Enfermedades
Del oído medio y de oído externo
Asociadas con anomalías
Cromosómicas
Asociada a factores
Nutricionales
Asociadas con iatrogenia
Asociadas con uso y abuso
Medicamentosa
de
drogas por la madre
Anticonvulsivos
Alcohol, etc.
Talidomida, etc.
En el fundamento etiopatogénico
de las lesiones autoinmunes del oído se han postulado varias hipótesis: 1) que
el daño al oído interno hace que se produzcan ciertas citocinas que después de
un retardo provocan una reacción inmune adicional, esta propuesta podría
explicar el comportamiento cíclico de la entidad conocida como enfermedad de
Méniere; 2) que algunos anticuerpos ocasionan daño accidental del oído interno
a causa de que el oído comparte antígenos comunes con una sustancia potencialmente
dañina, virus o bacterias que el cuerpo está rechazando; 3) desde otro punto de
vista, se aduce que el oído como el ojo puede considerarse parcialmente
"privilegiado" inmunológicamente, lo que haría que el cuerpo "no
reconozca" los antígenos del oído interno, así que cuando éstos son
liberados, como puede ser en condiciones de cirugía o infección, el organismo
puede generar erróneamente un ataque a los antígenos que considera extraños, como
lo que sucede en la oftalmia simpática; 4) por último hay evidencia de que
algunos procesos del sistema inmune son controlados genéticamente y pueden
incrementar o estar asociados con un incremento en la susceptibilidad a trastornos
comunes de la audición, tales como la enfermedad de Méniere. La patología auditiva
de origen infeccioso que involucra al oído medio continúa siendo muy frecuente en
nuestro medio. Las lesiones del mismo origen afectan al oído interno, en etapa
prenatal causan lesiones importantes para la vida del sujeto en formación y
generan secuelas discapacitantes que aminoran notablemente la calidad de vida
de esos pacientes.
CEGUERA
Cuando un oftalmólogo es
confrontado con un infante de varios meses de edad que no ha desarrollado una
buena atención visual o la habilidad de fijar y seguir objetos hay que pensar
en muchas posibles patologías, como son las cataratas, el glaucoma, la
retinopatía de la prematuridad, malformaciones, etc. Existiendo un grado
variable de dificultad diagnóstica en los exámenes de rutina.
El desarrollo visual es un
proceso de maduración altamente complejo, cambios estructurales ocurren en
ambos ojos y en el sistema nervioso central en forma simultánea.
Investigaciones clínicas y de laboratorio han demostrado que el desarrollo
visual es el resultado de un patrón genético y la experiencia en un ambiente
visual normal.
En los recién nacidos la
evaluación de la visión es fundamentalmente cualitativa, adicionalmente hay
test psicofísicos que se emplean, como son el test del nistagmus optoquinético,
los potenciales evocados visuales y el test de la mirada preferencial. El
reflejo del guiño a la luz brillante se presenta varios días después del
nacimiento, el reflejo pupilar a la luz se presenta después de las 31 semanas
de gestación, pero es difícil de evaluar debido a la miosis del recién nacido;
a las 6 semanas el bebe fija la mirada con relación a sus padres y a los 2 ó 3
meses de edad esta interesado en los objetos brillantes. Puede haber
movimientos descoordinados pero estos no deben persistir después de los 4 meses
de edad.
Los signos de baja visión
incluyen nistagmus, movimientos erráticos del ojo, ausencia de respuesta a
caras familiares y objetos, el masaje oculto digital potente, la permanencia y
desinterés frente a luces brillantes. Es de notar que el nistagmus secundario a
disminución del ingreso sensorial usualmente se nota a los 2 ó 3 meses de vida,
no al nacimiento. Frente a un infante o niño con baja visión se debe hacer una
buena historia clínica y familiar. Si el paciente es varón se debe explorar la
posibilidad de desordenes ligados al cromosoma X, si un hermano tiene una
condición similar que no se ha presentado
en generaciones previas este
sugiere una enfermedad autosómica recesiva. Hay que enfocarse en factores
conocidos como infección materna, radiaciones, drogas o trauma. Problemas
perinatales como retardo del crecimiento intrauterino, sufrimiento fetal,
bradicardia, aspiración de meconio y exposición al oxígeno son importantes de
determinar en dicha evaluación. El examen del infante comienza con la fijación
visual, el reflejo pupilar, el alineamiento y la motilidad ocular y la
presencia de nistagmus o movimientos anómalos de los ojos. Hay que tener
presente que en el mundo existen 85 millones de personas ciegas o con baja
visión y que actualmente hay 1,5 millones de niños ciegos en el mundo. Los estudios
de prevalencia mundial nos indican que hay una relación de 3 niños con baja
visión por cada niño ciego.
Es importante anotar que estos
niños tienen de regular a mala calidad de vida, teniendo en cuenta también el
impacto familiar y social que esto representa. Muchos de estos casos de ceguera
y de baja visión pudieron haber sido prevenidos y adecuadamente tratados con
una temprana detección. Por ello el siguiente trabajo trata de determinar las
posibles causas o riesgos asociados de ceguera o baja visión, con la finalidad
de priorizar acciones de prevención pertinentes.
La ceguera infantil se puede
presentar entre los 0 y 15 años de edad, para nuestro estudio se define como la
agudeza visual por debajo de 20/400 cuando pueda ser realizada o que después de
corrección refractiva bilateral tenga una agudeza visual de 20/200 o menos, la
ausencia de respuesta refleja al estímulo luminoso para el ojo afecto, sin
atención visual o potencial visual evocado (PVE) diagnóstico.
Un niño con baja visión es aquel
que tiene pobre atención visual, incapaz de fijar un objeto, tiene pobre respuesta
a la luz, correspondiente a un desarrollo visual inadecuado para su edad.
Clasificación.
• Causas hereditarias:
Enfermedades autosómicas y alteraciones cromosómicas
• Infecciones Intrauterinas:
Rubéola, Toxoplasma, Citomegalovirus.
• Causas Perinatales: Retinopatía
de la prematuridad (ROP), hipoxia perinatal, infección perinatal del sistema
nervioso central (SNC).
• Causas en la infancia:
Traumatismo ocular severo, etc.
• No determinadas: Causa
desconocida.
Etiología Ceguera No ceguera Total OR p
o baja
visión
(%) (%) (%) (CI 95%)
Hereditaria 12 783 795 0,57
(12,2%) (19,6%) (19,4%) (0,31-1,06) P<0,093
Intrauterina 29 429 458 3 ,5 P<0,001
(29,6%)
(10,6%)
(11,2%) (2,24-5,46)
Perinatal 44 876 920 2,91 P<0,0001
(44,9%)
(21,9%)
(22,4%) (1,94-4,36)
Infancia 13 1916 1929 0,17 P<0,0001
(13,3%)
(47,9%) (47%) (0,09-0,3)
Total 98 4004 4102
(100%) (100%) (100%)
La detección precoz de baja
visión o ceguera infantil por parte de los médicos involucrados (pediatra,
oftalmólogo) mejorará la calidad de vida futura de los pacientes.
La intervención temprana de los
pacientes con baja visión o ceguera disminuirá los costos de soporte familiar y
estatal para el paciente, con el consiguiente ahorro familiar y de las
instituciones involucradas, que podrán priorizar otros problemas de salud.
Consideramos también que es importante que los programas de la especialidad de
pediatría impulsen la prevención de ceguera y problemas visuales, ya que los
pediatras son la primera línea en el diagnóstico temprano de estas.
Tipos de Marcha.
INTRODUCCIÓN
La marcha es un
complejo acto que permite el desplazamiento del individuo como resultado de una
elaboración mental en la que participan diversos órganos, aparatos y sistemas.
La alteración de cualquiera de estos elementos originará un trastorno de la
marcha con peculiares características; como se ha señalado, el primer paso para
el estudio de estos pacientes es pensar «este niño no anda bien» y luego
analizar donde reside el trastorno.
PRINCIPALES TIPOS DE MARCHA
ANÓMALA
1. Marcha hemiparética. Este tipo de marcha se origina
por una lesión de la vía piramidal, las
principales situaciones responsables. El paciente camina lentamente, apoyando
el peso del cuerpo sobre el miembro no afectado, desplazando el parético en
arco («marcha del segador»), al tiempo que el brazo afectado permanece pegado
al cuerpo en semiflexión. En la exploración se constatan, en el hemilado
parético los correspondientes signos de afectación piramidal: aumento del tono
muscular (espasticidad), hiperreflexia, signo de Babinski, clonus, etc.
El diagnóstico del tipo de marcha se realiza simplemente con la exploración
física. La valoración de los antecedentes (historia clínica), junto con los
estudios neurorradiológicos sirven para determinar la etiología y establecer la
morfología de la lesión cerebral subyacente.
El paciente con este trastorno
puede beneficiarse de la fisioterapia y de la atención por parte del
traumatólogo-ortopeda(ortesis).
2. Marcha en puntillas. El paciente camina sobre las
puntas de los dedos («marcha digitada o en puntillas»). Se relaciona con
situaciones diversas: lesión piramidal, lesiones medulares, miopatías con
retracción del tendón de Aquiles (distrofia muscular tipo Becker, por ejemplo);
en la paraplejía espástica, la contractura de los extensores obliga a caminar
sobre los dedos y, por aproximación de los muslos, al avanzar, las rodillas
rozan entre sí por su cara interna («marcha en tijeras»). También puede
observarse en pacientes con problemas psiquiátricos (sin base orgánica) y puede
verse en algunos niños normales al iniciar la deambulación (en este caso rara
vez la mantienen más de 2-3 meses). En la exploración se encuentran los
hallazgos correspondientes a la situación causal, siendo también la etiología
la que condiciona el tratamiento: fisioterapia, tenectomía, psicoterapia, etc.
3. Marcha atáxica. La ataxia se define como una
alteración de la coordinación de los movimientos voluntarios y del equilibrio.
Este tipo de marcha se origina por alteraciones que pueden asentar a diversos
niveles: cerebelo, vías cerebelo-vestíbulo-espinales, cordones posteriores. En
los procesos cerebelosos en los que la afectación reside en un hemisferio, el
paciente se desvía hacia el lado de la lesión; cuando realiza la marcha hacia
adelante y atrás de manera alternativa, hace la «marcha en estrella». En las
lesiones del arquicerebelo camina con aumento de la base de sustentación, con
el hemicuerpo superior hacia atrás y los brazos separados del cuerpo. Las
situaciones responsables de una marcha atáxica son muy diversas incluyendo
procesos expansivos cerebelosos, enfermedades desmielinizantes (esclerosis en
placas), enfermedades infecciosas (cerebelitis) y parainfecciosas (síndrome de
Guillain-Barré), degeneraciones espinocerebelosas, el raro síndrome de Kinsbourne
(ataxia, mioclonus y opsoclus, a veces en relación con tumores,
como neuroblastoma), intoxicaciones, enfermedades metabólicas de expresión
intermitente, etc. El tratamiento es el de la situación responsable.
4. Marcha parkinsoniana. El parkinsonismo es un síndrome
hipocinético-hipertónico en relación con una lesión del paleoestriado; en esta
marcha, el paciente camina envarado, con el cuerpo inclinado hacia delante, con
pasos cortos y rápidos (como si persiguiera su centro de gravedad). Es muy rara
en la infancia, pudiendo relacionarse con síndrome postencefalítico o
situaciones, como la enfermedad de Hallevorden-Spatz, desmielinización palidal.
5. Marcha estepante («steppage»).
El paciente
muestra una dificultad para realizar la flexión dorsal del pie por lo que, para
no arrastrarlo durante la marcha, levanta exageradamente la rodilla y al apoyar
el pie lo hace tocando primero el suelo con la punta. Se produce por afectación
del grupo muscular inervado por el nervio ciático poplíteo externo ( las
originadas postinyección son las más habituales).
6. Marcha miopática, balanceante.
En este tipo de
marcha el paciente, por afectación de los músculos de la cintura pélvica,
camina balanceando el cuerpo (hacia uno y otro lado), con exageración de la
lordosis lumbar («marcha de pato»). Este tipo de marcha puede ser de aparición
aguda, con abolición, no constante, de los reflejos rotulianos, como sucede en
una polirraculoneuritis o, sin abolición de los reflejos, en una polimiositis.
Si la marcha es crónica se debe de relacionar con una miopatía que afecte a la
musculatura pélvica (en la infancia la distrofia muscular progresiva tipo
Duchenne es la más habitual); el diagnóstico de la enfermedad responsable se
hace con la historia clínica (valorando antecedentes familiares y evolución del
proceso), exploración física (la maniobra de Gowers permite explorar los
músculos de la cintura pélvica) y estudios complementarios (enzimas séricos,
EMG, estudio histológico, estudio de la distrofina y estudio genético). El
tratamiento es sintomático con fisioterapia y medidas ortopédicas.
7. Otros tipos de marcha
• Marcha coreica, acompañada de
movimientos bruscos de gran amplitud.
• Marcha parapléjica de
instauración brusca, que debe hacer pensar en un tumor medular, mielopatía
aguda, enfermedad genética progresiva (paraplejías espásticas familiares).
• Marchas de origen
psicosomático, que no muestran una característica concreta, tal vez de lejos a
una ataxia, una claudicación, un trastorno del equilibrio, una distonía. La
exploración neurológica es normal, lo que ayuda al diagnóstico así como el
hecho de que «no recuerda a nada» y que puede modificarse su semiología con la
persuasión. Su terapéutica debe de abordarse recordando que la somatización es
la expresión de trastornos psicológicos internos.
Estructura Función
• Aparato vestibular
• Recoge las sensaciones que informan de la posición del cuerpo
• Cerebelo •
Coordina los movimientos
• Regula el tono muscular
• Sistema extrapiramidal •
Regula el tono muscular
• Rige las sincinesias
• Vías de la sensibilidad profunda
• Transmiten la sensibilidad
propioceptiva
• Corteza cerebral •
Controla la ejecución de los movimientos
• Músculo estriado
• Receptor y ejecutor de las
órdenes cerebrales
• Esqueleto: huesos y articulaciones •
Función de soporte
PRINCIPALES SITUACIONES
RESPONSABLES DE MARCHA
HEMIPARÉTICA
A.Hemiplejía congénita (de origen pre o perinatal,
casi siempre de origen isquémico)
B. Hemiplejías progresivas (tumor hemisférico o del
tronco, absceso cerebral, tumor medular, enfermedades tipo
adrenoleucodistrofia)
C.Hemiplejías agudas
• Hemiparesia infantil aguda idiopática
• Hemiparesia secundaria:
– Hemiplejía postconvulsiva-transitoria permanente
(tras estado de mal: síndrome HH o HHE
– Hemiplejía de origen vascular por oclusión
arterial criptogénica
- malformaciones vasculares
- obstrucción vascular por trombosis, embolia
(cardiópatas)
- hematoma intracerebral espontáneo (por rotura de
un angioma cavernoso, de una micromalformación vascular, aneurisma disecante de
la carótida)
- migraña hemipléjica
- enfermedad de moya-moya
- arteritis, tromboflebitis
- enfermedades metabólicas (homocistinuria,
enfermedad de Fabry, mitocondriales)
– Hemiplejias traumáticas (hematoma extradural,
subdural, intracerebral)
– Hemiplejía alternante (de etiología desconocida
aunque a veces se relacionan con migraña)
– Meningoencefalitis
Definiciones
Espasticidad:
Constituye
un problema médico de incidencia y trascendencia elevada tanto en la infancia
(mayormente debido a la paralisis cerebral) como en adultos( como consecuencia
de traumatirmos craneoencfálicos, ictus, lesión medular , entre otros).
Ocasiona problemas importantes como son: trastornos del desarrollo en la
infancia, de la capacidad funcional, posturas anormales que pueden generar
dolor, alteraciones estéticas y de higiene; en resumen afecta de modo
significativo a la calidad de vida del paciente y de la familia.
Los patrones de espasticidad
más comunes son:
– Miembro
inferior: a) Pies equinos, equinovaros. b) Garra digital, hiperextensión
del primer dedo del pie. c) Aducción de muslos. d) Cadera aducta. e) Flexo de
rodillas/extensión de rodillas.
– Miembro
superior: a) Aducción y rotación interna del hombro. b) Flexo de codo. c)
Flexo de muñeca. d) Dedos en garra. e) Pulgar incluido en palma.
Los hallazgos en la exploración de la espasticidad son:
Resistencia en
navaja de muelle.
Espasticidad
directamente proporcional a la velocidad.
Hiperreflexia con
respuesta policinética y clono.
Presencia de
reflejos de liberación piramidal y/o automatismo medular.
Predominio en
músculos antigravitatorios,
Espasticidad del adulto
Las causas más frecuentes de la espasticidad en el adulto son:
Daño cerebral
adquirido (DCA), causado por TCE o accidente cerebrovascular (ACV), entre
otros.
Lesión medular.
Patrón de
decorticación: consiste en aducción
de hombro y triple flexión de extremidades superiores (codo, muñeca y dedos) y
extensión de extremidades inferiores con equinismo.
Patrón de
descerebración: extensión de las
cuatro extremidades con rotación interna de extremidades superiores.
Mixto: combinación de los dos patrones anteriores.
Las características clínicas de la espasticidad en el DCA son las
siguientes:
Desarrollo
gradual a las 6-8 semanas poslesión en ACV, a las 2-8 semanas en el TCE.
Presencia de
desregulación del control motor: contracción-relajación.
Dolor.
Movimientos
involuntarios de contracción
A
menudo es difícil diferenciar en los episodios de discinesia manifestaciones neurológicas
como distonia, corea, atetosis y balismo. En muchos casos, varios de esos síntomas
pueden estar presentes durante los episodios discineticos. En realidad, estos
movimientos hipercineticos o discineticos pueden manifestarse como distonias (posturas distorsionadas anormales),
corea (movimientos de sacudidas. bizarros,
arrítmicos y danzarines), atetosis
(movimientos lentos, sinuosos, de los miembros) y balismo
(movimientos violentos de los miembros que llevan a la
caída). Estos cuadros pueden ser inducidos por el ejercicio (discinesia paroxística inducida por el
ejercicio), desencadenados por el movimiento (discinesias
paroxísticas relacionadas con el movimiento) o presentarse de forma espontánea
(discinesia paroxística no cinesiogenica). En conjunto, todas ellas son condiciones
muy poco frecuentes.
Ataxia: Los
episodios de inestabilidad aguda transitoria de ataxia o fenómenos vertiginosos
pueden tener un origen variado (Tabla): vestibular, vascular, metabólico, toxico
o epiléptico, entre otros. Sera fundamental tener en cuenta su semiología y los
posibles diagnósticos diferenciales porque en muchos casos la identificación
puede permitir salvar la vida del niño (mediante la prevención de un nuevo
episodio metabólico y el control de los episodios con medicación adecuada) y brindar
un asesoramiento genético adecuado.
Presunta
Negligencia
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Un consultorio dental fue clausurado de
manera preventiva en Saltillo, Coahuila tras registrarse la muerte de un niño
de tres años, presuntamente por una sobredosis de anestesia.
En un comunicado, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (Cofepris) informó que en el lugar además se detectaron violaciones
a la legislación sanitaria.
La dependencia indicó que el consultorio donde falleció el niño Brian
Eduardo Estrada Carrizales se denomina clínica Cáritas-Layón, ubicada en calles
de la colonia Morelos, la cual ofrece atención médico-pediátrica de diversas
especialidades.
Familiares del menor acusaron a la dentista Yesica Elizabeth Martínez
Cortés, de 24 años, de incurrir en negligencia médica al supuestamente haberle
administrado al niño una dosis fatal de anestesia durante un procedimiento.
La Cofepris indica en el comunicado que agentes de la Procuraduría de
General de Justicia de Coahuila resguardaron la clínica e investigan los
hechos.
El deceso de Brian ocurrió el pasado miércoles 3, mientras la dentista lo
atendía. El menor estaba acompañado de su madre, Yaneth Guadalupe Carrizales,
de 18 años, y su abuela María Elena Maldonado Miranda.
La dependencia precisa que ha verificado 731 consultorios privados en
general (no adjuntos a farmacias) y suspendido a 112 por diversas violaciones a
la Ley General de Salud y su reglamento en los primeros 21 meses de la actual
administración federal.
En varias fuentes noticiosas; solo manejan esta información y no se podrá
dar una explicación definitiva por el momento hasta que se obtengan los
resultados de la necropsia. Ya que manejan que fue una sobredosis, sin decir cuál
fue la cantidad de anestésico infiltrado, que tratamiento estaba realizando,
comentan que era una endodoncia, otros que era un tratamiento de ortodoncia. Lo
cual no es factible por la edad del paciente. No mencionan el peso del niño,
los antecedentes heredo familiares, si el paciente presentaba alguna patología,
que técnica de anestesia utilizo la operador. Con estos datos y más, no me
atrevo a dar una opinión de lo que pudo haber pasado.
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