miércoles, 17 de septiembre de 2014


Universidad Nacional Autónoma de México

 

FES Zaragoza

 

Posgrado UNAM

 

Seminario Monográfico de Diagnóstico Integral

 

Dr. José Luis Uribe Piña

 

C.D. Natalia Berenice Quiroga Aguilar

 

Definiciones:

Ataxia: Incoordinación motriz; define un síndrome de desequilibrio-inestabilidad en la marcha. Esto provoca un aumento de la base de sustentación y en los casos más graves imposibilidad para mantener la bipedestación.

 

Discinética: Se caracteriza por una fluctuación y cambio brusco del tono muscular, presencia de movimientos involuntarios y persistencia de los reflejos arcaicos.

 

Mixta: Se asocia a un trastorno motor no “puro”, entre ataxia y distonía o distonía con espasticidad; formas más comunes.

 

 

Hipotonicidad: Es la disminución del tono muscular. Puede afectar a niños y adultos, es a menudo un signo de un problema preocupante. Igualmente, puede ser una señal de un problema en el sistema nervioso central, trastorno genético o trastorno muscular.

Hipertonicidad: Incremento anormal del tono muscular en los músculos esqueléticos o lisos. La hipertonicidad de los músculos esqueléticos.

 

Tipos de Marcha:

 

El tipo de marcha es un dato semiológico de primer orden en el diagnóstico diferencial de los trastornos neurológicos que afectan al sistema muscular tanto primaria como secundariamente. La marcha puede alterarse como consecuencia de disminución de la fuerza muscular, alteración de la coordinación entre agonistas y antagonistas, causas funcionales y combinaciones entre ellas.

 

1. Déficit de fuerza (Paresias). La paresia puede ser de origen central o periférico.

 

a)    La paresia es de origen periférico cuando se produce como consecuencia de la afectación del musculo, del nervio periférico, del asta anterior medular o de las vías largas medulares ascendentes.

 

Marcha balanceante. También llamada "de pato o ánade" y , sin rigor (porque se observa también

en procesos neurógenos), "miopática". Aparece cuando existe paresia de los músculos de la cintura pélvica. Al fallar la sujeción de la pelvis, que cae del lado del miembro dinámico, se produce un balanceo latero-lateral característico por la inclinación compensadora del tronco al lado contrario. Esta marcha con amplio balanceo de caderas recuerda la de los patos y se conoce por tanto con el nombre de marcha de pato o de ánade

 

Marcha en stepagge. Cuando son los músculos distales los afectados, la pierna se flexiona y eleva para evitar que la punta del pie arrastre y tropiece en el suelo. Y el apoyo no se realiza con el talón sino con la punta o la planta del pie. Se produce por lesión del nervio periférico que causa una dificultad o imposibilidad para la extensión del pie. En el lanzamiento del miembro, al fallar la extensión del pie, se produce una hiperflexion del muslo sobre la pelvis.

 

    b) La paresia es de origen central cuando se produce como consecuencia de la alteración en el      funcionamiento de cerebro, cerebelo, núcleos de la base o vías largas medulares descendentes.

 

Marcha hemipléjica. La extremidad inferior avanza con el muslo en abducción realizando un movimiento en guadaña con el pie en actitud equino-vara. El brazo pierde su

balanceo normal, manteniéndose en semiflexión y pronación delante del tronco.

 

Marcha paraparésica. La espasticidad y el equinismo de los miembros inferiores obligan a arrastrar los pies y a balancear la pelvis como mecanismo compensador y para facilitar el despegue. Si existe hipertonía de abductores los muslos se aprietan y las piernas se entrecruzan dificultando la marcha (marcha en tijera).

 

2. Alteración de la coordinación muscular sin déficit de fuerza.

 

Marcha atáxica. Aparece como consecuencia de la lesión de los cordones posteriores. Se necesita la información visual para caminar al faltar la propioceptiva y se pone de manifiesto con la oscuridad o al cerrar los ojos. El enfermo aumenta la base de sustentación y mira continuamente

sus pies. La hipotonía condiciona una hiperextensión de la rodilla al adelantar la extremidad por lo que se produce el típico taconeo. (marcha tabética).

 

Marcha cerebelosa. Aumento de la base de sustentación. Incoordinación muscular en el automatismo de la posición erecta. Hipermetría de los miembros inferiores en la realización de los movimientos, avanzando el pie con precaución y después de varias tentativas. Si predomina la lesión de vermis, la incoordinación de los músculos de la raíz de los miembros y del tronco produce desequilibrio, avanzando con oscilaciones pero con raras caídas.

 

Marcha vestibular. Desviación lateral en el sentido de una pulsión vectorial hacia el lado del vestíbulo anulado. (marcha en estrella). La lesión bilateral puede hacer imposible la marcha.

 

 

3. Causas Funcionales.

 

Marcha antialgica. Cuando la marcha provoca dolor en un miembro, el apoyo sobre el mismo se reduce, proyectando rápida y vigorosamente el miembro sano, que aumenta su tiempo de apoyo.

 

Marcha histérica. Más frecuente en niños de lo que se piensa y muy variable en su morfología, se caracteriza por su incongruencia, por la contradicción que se encierra en su expresión con un trastorno neurológico concreto, pudiendo parecer desequilibrada en algún momento y realizar después prodigios de equilibrio para recuperar la posición erecta tras alguna contorsión extraña.

 

 
Bibliografía:

 
1.    www.aeped es/ protocolos/




Sordera

 
La sordera es una pérdida parcial o total de la audición, que puede expresarse a cualquier edad y con diferente grado de severidad. Si el defecto es severo y se presenta tempranamen­te en la niñez, causa efectos dramáticos en la adquisición del habla, y con ello, importantes trastornos en el desarrollo cognoscitivo y psicosocial. Si aparece en edades avanzadas, afec­ta la calidad de vida, como resultado del aislamiento del individuo afectado. El grado de la pérdida auditiva puede variar desde leve (nivel de audición ≤ 40 decibeles) a profunda (≥ 90 decibeles), como también se puede presentar en un oído o en ambos.

 

La Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS-2001) define la discapacidad como la pérdida o limitación de oportunidades en la vida normal de la comunidad en igualdad de condiciones con los demás debido a barreras sociales y físicas. La OMS estima que en 2001, 250 millones de personas en todo el mundo tenían una discapacidad auditiva (moderada o severa). Los niños con deficiencias en la audición constituyen uno de los principales grupos de la población infantil con discapacidades.

 

El término "discapacidad auditiva" se refiere a una disminución de la capacidad auditiva en el sentido más amplio, que van desde alteraciones subjetivas apenas apreciables hasta la sordera total. Puede ser clasificada según: la ubicación de la afección en el sistema audi­tivo, la causa y el grado de severidad.

 

Las consecuencias personales y sociales de la pérdida de la audición incluyen, entre otras, dificultades y/o conflictos a la hora de recibir atención de salud. Un individuo con ne­cesidades de cuidados especiales de salud es aquel con compromiso o situación de limita­ción motora, sensorial, cognitiva, conductual y/o emocional que requiere de intervención, manejo médico y uso de asistencias o programas especializados en salud. Estos individuos requieren de mayor atención, adaptación, tratamiento especializado y cambios en ciertas medidas que van más allá de lo que se considera un tratamiento habitual. La salud oral está estrechamente vinculada a la salud general y bienestar de cada persona. Estos pacientes tienen mayor riesgo a adquirir enfermedades orales, las cuales pueden tener un impacto directo y fatal en su organismo.

 

 
Etiología

 
De 75 a 80% de los casos de hipoacusia-sordera por factores hereditarios siguen un patrón de transmisión autosómico recesivo, 15%, el patrón autosómico dominante y de 2 a 3% de los casos están ligados al cromosoma X. Dentro del grupo de hipoacusias-sorderas no sindrómicas se incluyen aquéllas cuya transmisión es por herencia mitocondrial.

 

 

 Características Estomatológicas.

 
El acceso a la cavidad bucal puede ser difícil por numerosas razones. La aclimatación y el uso de técnicas de la conducta pueden ser útiles para desarrollar una buena relación y confianza a fin de lograr cooperación. La empatía junto con la practicidad son generalmente la mejor manera de superar el reto de proporcionar atención odontológica a estas personas.

Las características clínicas de la cavidad bucal no difieren en gran medida del resto de los individuos. Las alteraciones de tejidos duros incluyen una mayor prevalencia de hipoplasias del esmalte y de desmineralización dental, relacionadas con la prematurez y la rubéola, dos causas frecuentes de sordera. El desgaste dentario (bruxismo) durante la vigilia es común, muchas veces, este hábito aparece durante periodos de inactividad y puede servir para lle­nar el vacío sensorial dejado por la discapacidad.

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Bibliografía:

 

1.      Boletín Médico del Hospital Infantil “Federico Gomez”

 






 

 

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