miércoles, 17 de septiembre de 2014

CEGUERA Y SORDERA

UNAM FES ZARAGOZA
ESPECIALIDAD EN ESTOMATOLOGÍA DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE
SEMINARIO MONOGRÁFICO DE DIAGNÓSTICO
GONZÁLEZ OSORIO BIBIANA
CEGUERA Y SORDERA

CEGUERA

Nombres alternativos

Pérdida de la visión; No percepción de la luz; Visión baja; Pérdida de la visión y ceguera.

Ceguera y pérdida de la visión

La ceguera es la falta de visión y también se puede referir a la pérdida de la visión que no se puede corregir con gafas o lentes de contacto. 
La ceguera parcial significa que la visión es muy limitada. 
La ceguera completa significa que no se puede ver nada, ni siquiera la luz (la mayoría de las personas que emplean el término "ceguera" quieren decir ceguera completa). 

Las personas con una visión inferior a 20/200 con gafas o lentes de contacto se consideran legalmente ciegas en la mayoría de los estados en los Estados Unidos.

La pérdida de la visión se refiere a la pérdida parcial o completa de ésta y puede suceder de manera repentina o con el paso del tiempo.

Algunos tipos de pérdida de la visión nunca llevan a ceguera completa.

Con arreglo a la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10, actualización y revisión de 2006), la función visual se subdivide en cuatro niveles:

· visión normal;

· discapacidad visual moderada;

· discapacidad visual grave;

· ceguera.

La discapacidad visual moderada y la discapacidad visual grave se reagrupan comúnmente bajo el término «baja visión »; la baja visión y la ceguera representan conjuntamente el total de casos de discapacidad visual.

Causas

La ceguera tiene muchas causas. En los Estados Unidos, las principales son: 
Accidentes o lesiones a la superficie del ojo (como quemaduras químicas o lesiones en deportes) 

El tipo de pérdida de la visión parcial puede diferir, dependiendo de la causa: 
Con cataratas, la visión puede estar nublada o borrosa y la luz brillante puede causar resplandor. 
Con diabetes, la visión puede ser borrosa, puede haber sombras o áreas de visión faltantes y dificultad para ver en la noche. 
Con glaucoma, puede haber estrechamiento concéntrico del campo visual y áreas de visión faltantes. 
Con la degeneración macular, la visión lateral es normal pero la visión central se pierde lentamente. 

Otras causas de pérdida de la visión pueden ser: 
Obstrucción de los vasos sanguíneos 
Complicaciones de nacimiento prematuro (fibroplasia retrolenticular
Complicaciones de cirugía de los ojos 

Grupos de riesgo

Aproximadamente un 90% de la carga mundial de discapacidad visual se concentra en los países en desarrollo.
Personas de 50 años o mayores

Alrededor de un 65% de las personas con discapacidad visual son mayores de 50 años, si bien este grupo de edad apenas representa un 20% de la población mundial. Con el creciente envejecimiento de la población en muchos países, irá aumentando también el número de personas que corren el riesgo de padecer discapacidades visuales asociadas a la edad.
Niños menores de 15 años

Se estima que el número de niños con discapacidad visual asciende a 19 millones, de los cuales 12 millones la padecen debido a errores de refracción, fácilmente diagnosticables y corregibles. Unos 1,4 millones de menores de 15 años sufren ceguera irreversible.

La pérdida súbita de la visión siempre es una emergencia, incluso si usted no ha perdido completamente toda la visión. 

La mayoría de las formas graves de pérdida de la visión son indoloras y la ausencia de dolor de ninguna manera disminuye la necesidad urgente de conseguir atención médica. Muchas formas de pérdida de la visión sólo dan un margen de tiempo breve en el cual se pueden tratar en forma exitosa.

Se lleva a cabo un examen ocular completo y exhaustivo. El plan de tratamiento dependerá de la causa de la pérdida de la visión.

Datos y cifras

· En el mundo hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión.

· Aproximadamente un 90% de la carga mundial de discapacidad visual se concentra en los países en desarrollo.

· El 82% de las personas que padecen ceguera tienen 50 años o más.

· En términos mundiales, los errores de refracción no corregidos constituyen la causa más importante de discapacidad visual, pero en los países de ingresos medios y bajos las cataratas siguen siendo la principal causa de ceguera.

· El número de personas con discapacidades visuales atribuibles a enfermedades infecciosas ha disminuido considerablemente en los últimos 20 años.

· El 80% del total mundial de casos de discapacidad visual se pueden evitar o curar.

Evolución en los últimos 20 años

En términos generales, las tasas mundiales de discapacidad visual han disminuido desde comienzos de los años noventa. Ello pese al envejecimiento de la población en el mundo entero. Esa disminución es principalmente el resultado de una reducción de las discapacidades visuales causadas por enfermedades infecciosas a través de:

· una actuación concertada de salud pública;

· un aumento de los servicios de atención oftalmológica disponibles;

· el conocimiento por parte de la población general de las soluciones a los problemas relacionados con la discapacidad visual (por ejemplo, cirugía o dispositivos correctores).


Acción mundial en favor de la prevención de la ceguera

En términos mundiales, el 80% de los casos de discapacidad visual son prevenibles o curables. En los últimos 20 años, se han alcanzado mejoras en esferas como las que siguen:

· implantación, por los gobiernos, de programas y normas para la prevención y el control de la discapacidad visual;

· incorporación paulatina de los servicios de oftalmología en los sistemas de atención primaria y secundaria, con énfasis en la prestación de servicios accesibles, asequibles y de alta calidad;

· organización de campañas de sensibilización, por ejemplo en el marco de la educación escolar;

· fortalecimiento de los lazos de asociación internacionales, con la participación del sector privado y la sociedad civil.



Referencias

Olitsky SE, Hug D, Smith LP. Disorders of Vision. In: Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds.Nelson Textbook of Pediatrics. 19th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier;2011:chap 613.

Yanoff M, Cameron D. Diseases of the visual system. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 431.

Enciclopedia MedlinePlus [internet] México [citado 17 de Sep. de 2014] Disponible desde: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003040.htm



SORDERA O HIPOACUSIA

Es la incapacidad total o parcial para escuchar sonidos en uno o ambos oídos.

Nombres alternativos

Pérdida auditiva; Sordera; Disminución de la audición; Hipoacusia conductiva; Hipoacusia neurosensorial; Presbiacusia

Consideraciones

Los síntomas de la hipoacusia pueden abarcar: 
Ciertos sonidos que parecen demasiado fuertes. 
Dificultad para seguir conversaciones cuando dos o más personas están hablando. 
Dificultad para oír en ambientes ruidosos. 
Dificultad para diferenciar sonidos agudos (por ejemplo, "s" o "th") entre sí. 
Menos problemas para escuchar las voces de los hombres que las voces de las mujeres. 
Problemas para escuchar cuando hay ruido de fondo. 
Voces que suenan entre dientes o mal articuladas. 

Otros síntomas abarcan: 
Sensación de estar sin equilibrio o mareado (más común con la enfermedad de Ménière y el neuroma acústico). 
Sensación de presión en el oído (en el líquido detrás del tímpano). 
Ruido o zumbido en los oídos (tinnitus). 

Causas

La hipoacusia conductiva ocurre debido a un problema mecánico en el oído externo o el oído medio. Puede darse porque: 
Los tres minúsculos huesos del oído (osículos) no están conduciendo el sonido apropiadamente. 
El tímpano no está vibrando en respuesta al sonido. 

Las causas de la hipoacusia a menudo se pueden tratar y abarcan: 
Acumulación de cera en el conducto auditivo externo. 
Daño a los pequeñísimos huesos (osículos) que están justo detrás del tímpano. 
Objeto extraño alojado en el conducto auditivo externo. 
Agujero en el tímpano. 
Cicatriz en el tímpano a raíz de infecciones repetitivas. 

La hipoacusia neurosensorial ocurre cuando las diminutas células pilosas (terminales nerviosas) que transmiten el sonido a través del oído están lesionadas, enfermas, no trabajan apropiadamente o han muerto. Este tipo de hipoacusia a menudo no se puede neutralizar.

La hipoacusia neurosensorial comúnmente es causada por: 
Neuroma acústico. 
Infecciones infantiles, como sarampión, meningitis, paperas y escarlatina.
Enfermedad de Ménière. 
Exposición regular a ruidos altos (por ejemplo, por el trabajo o la recreación). 
Uso de ciertos medicamentos. 

La hipoacusia puede estar presente al nacer (congénita) y puede deberse a: 
Anomalías congénitas que provocan cambios en las estructuras del oído. 
Trastornos genéticos (se conocen más de 400). 
Infecciones que la madre le transmite al bebé en el útero (como toxoplasmosis, rubéola o herpes). 

El oído también puede lesionarse por: 
Fracturas de cráneo (pueden dañar las estructuras o nervios del oído) 
Usted tiene dolores de cabeza nuevos, debilidad o entumecimiento en cualquier parte del cuerpo. 

El médico elaborará la historia clínica y llevará a cabo un examen físico.

Algunos de los exámenes que se pueden realizar son: 
Audiometría (una prueba auditiva empleada para verificar el tipo y la magnitud de la hipoacusia) 
Tomografía computarizada o resonancia magnética de la cabeza (en caso de sospecharse un tumor o una fractura) 

Las siguientes cirugías pueden ayudar a algunos tipos de hipoacusia: 
Colocación de tubos en el tímpano para extraer líquido 
Reparación de los pequeños huesos del el oído (osiculoplastia) 

Lo siguiente puede ayudar con la hipoacusia prolongada: 
Ayudas para la audición 
Lenguaje de señas (para aquellos con hipoacusia grave) 

Los implantes cocleares sólo se utilizan en personas que han perdido mucha capacidad auditiva como para beneficiarse de un audífono.

Referencias

Baloh RW, Jen J. Hearing and equilibrium. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman's Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, PA: Saunders Elsevier; 2011:chap 430.

Hildebrand MS, Husein M, Smith RJH. Genetic sensorineural hearing loss. In: Cummings CW, Flint PW, Haughey BH, et al, eds. Otolaryngology: Head & Neck Surgery. 5th ed. Philadelphia, PA: Mosby Elsevier; 2010:chap 147.

Enciclopedia MedlinePlus [internet] México [citado 17 de Sep. de 2014] Disponible desde: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003044.htm

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