UNAM FES ZARAGOZA
ESPECIALIDAD EN
ESTOMATOLOGÍA DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE
SEMINARIO MONOGRÁFICO DE
DIAGNÓSTICO
GONZÁLEZ OSORIO BIBIANA
CRISIS CONVULSIVAS
Las cirisis son síntomas de
disfunción cerebral que se producen por una descarga hipersincrónica o
paroxísticade un grupo de neuronas, hiperexcitables, localizadas en el córtex
cerebral.
Las manifestaciones clínicas
son muy variables, dependiendo del área cortical involucrada. Las crisis
epilépticas son autolimitadas. Duran normalmente, de uno a dos minutos y pueden
ser seguidas de un periodo variable de depresión cerebral que se manifiesta por
déficits neurológicas localizados (parálisis de Todd) o difusos (somnolencia,
cansancio, agitación, delirio, cefalea).
Las crisis epilépticas
pueden ser reactivas cuando son consecuencia de una respuesta cerebral a un
estrés transitorio como traumatismo cráneo-encefálico, fiebre, desequilibrios
metabólicos, contacto con tóxicos, abstinencia o abuso de alcohol,drogas y
lesionespermanentes cerebrales. En otras ocasines se pueden producir como un
síntoma de un síndrome neurológico más amplio denominado síndrome epiléptico
que entre sus múltiples manifestaciones neurológicas (retraso mental,
alteraciones en el control del movimiento) también producirán crisis
epilépticas.
La prevalencia de crisis
epilépticas es similar en todos los países industrializados y es alrededor de 5
por mil cuando se consideran pacientes con epilepsia crónica. La incidencia de
las crisis anualmente es de 50 por cada 100.000 habitantes. La incidencia va a
cambiar con relación a la edad, así es mayor durante los primeros años de vida,
volviendo a aumentar en la vejez. Se ha calculado que la probabilidad de sufrir
una crisis epiléptica durante la vida.
La Clasificación
Internacional y Terminología de la Liga Internacional contra la Epilepsia
(ILAE-1981) divide las manifestaciones clínicas en crisis parciales (comienzan
en un área hemisférica específica) y en crisis generalizadas (comienzan en los
dos hemisferios simultáneamente)
Cuando una crisis parcial no produce alteración de la conciencia se denomina
crisis parcial simple. Si la conciencia está alterada se van a llamar crisis
parciales complejas. Los síntomas o signos de las crisis parciales simples dependerán
del área cortical involucrada en el foco epiléptico y se dividen en: motoras sensitivas,
autonómicas y psíquicas. Las crisis parciales simples sin síntomas motores son
denominadas auras. Las descargas neuronales anormales focales pueden propagarse
después de un tiempo desde su inicio y dar lugar a que la crisis parcial
evolucione a una crisis parcial compleja o una crisis generalizada, pasándose a
llamar crisis parcial secundariamente generalizada.
Las crisis generalizadas poder
ser convulsivas y no convulsivas. Las convulsivas
incluyen las tónicas, clónicas y tónico-clónicas. Las no convulsivas incluyen:
a)
Las crisis de ausencia que consisten en
lapsos de conciencia de segundos de duración (menos de 10 segundos), se pueden
observar movimientos simples como parpadeo o muecas faciales. El comienzo y el
fin son súbitos y están asociadas con un registro EEG típico como las descargas
punta-onda a 3 ciclos por segundo (ausencia típica). En otra ocasiones son de
mayor duración, con confusión postictal y EEG con descargas punta-onda a dos
ciclos por segundo (ausencias atípicas).
b)
Las crisis mioclónicas son sacudidas
musculares bilaterales y simétricas, súbitas y breves, sin alteración de la
conciencia.
c)
Las crisis tónicas son breves contracciones
musculares más prolongadas, simétricas y bilaterales, con o sin empeoramiento
de la conciencia y que con frecuencia causan la caída del paciente al suelo.
d)
Las crisis atónicas (astáticas) consisten en
una pérdida de tono bilateral y súbito, con o sin empeoramiento del nivel de
conciencia y que frecuentemente causan caídas.
Cuando cualquiera de las crisis anteriores produce caída al suelo
(drop-attacks) pueden causar traumatismos graves o una incapacidad muy
importante. En ocasiones el paciente puede notar síntomas prodrómicos sistémicos
(malestar, nerviosismo) que marcan el inicio de una crisis generalizada y que
no deben de ser considerados como crisis parciales que evolucionan a crisis
generalizadas.
También podemos encontrar
eventos epilépticos que son inducidos por un estímulo específico como luz, la
lectura, un susto.
La epilepsia es una
enfermedad que se caracteriza por crisis epilépticas recurrentes. Por lo tanto,
una única crisis reactivas son normalmente generalizadas, aunque pueden ser
focales si ya el cerebro tiene una lesión con anterioridad hace que un área
lesionada sea más epileptogénica que otras.
La Clasificación
Internacional de Epilepsias y Síndromes Epilépticos de 1989 divide a los síndromes
epilépticos en:
1.
Aquellos debidos a una disfunción cerebral
epileptogénica hereditaria (epilepsia primaria o idiopática
2.
Aquellos debidos a anomalías estructurales
específicas, las cuales pueden ser genéticas (esclerosis tuberosa) o adquiridas
(epilepsia sintomática o adquirida)
Muchos síndromes epilépticos
se reconocen por el tipo de crisis, y otros por los síntomas clínicos
acompañantes, la historia familiar y alteraciones neurológicas asociadas. El diagnóstico correcto tendrá implicaciones para el pronóstico y adecuado tratamiento.
Las crisis son
manifestaciones paroxísticas de las propiedades eléctricas del córtex cerebral.
Las crisis epilépticas probablemente se produzcan por un desequilibrio entre
las actividades inhibidoras y excitadoras de los agregados neuronales, lo que
predispone a que se descarguen de manera hipersincrónica.
Los anticonvulsivantes que
previenen las crisis generalizadas, como el ácido valproico y la etosuximida,
vana bloquear estos canales de calcio tipo T.
Sin embargo otros
anticonvulsivantes que incrementan los niveles de GABA, como la gabapentina y
la tiagabina, van a producir una exacerbación de las crisis. Este incremento de
los niveles de GABA podría producir una hipersincronización del circuito tálamo
cortical mediante una hiperactivación de los canales de calcio tipo T.
BIBLIOIGRAFIA
A.
Yusta Izquierdo; Crisis Convulsivas.
Concepto, clasificación y etiología. Servicio
de Neurología. Hospital Universitario de Guadalajara. Emergencias 2005;
17:s68-s73.
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