UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA
ESPECIALIDAD ESTOMATOLOGIA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
SEMINARIO MONOGRÁFICO
DR. JOSÉ LUIS URIBE PIÑA
GABRIEL URIBE GODÍNEZ
CRISIS CONVULSIVAS.
Una crisis convulsiva es un
trastorno neurológico que afecta al cerebro y que hace que las personas sean
más susceptibles a tener convulsiones. Es uno de los trastornos más comunes del
sistema nervioso y afecta a personas de todas las edades, razas y origen
étnico. Cuando una persona sufre dos o más convulsiones, se considera que tiene
epilepsia. Existen muchas causas posibles de epilepsia, que incluyen tumores,
accidentes cerebro vasculares y daños cerebrales como consecuencia de
enfermedades o lesiones.
Existen varios tipos de
convulsiones, entre los que se incluyen los siguientes:
-
Convulsiones focales Las convulsiones parciales
tienen lugar cuando se produce una función eléctrica cerebral anormal en una o
más zonas de uno de los lados del cerebro. Las
convulsiones focales también
se pueden denominar
convulsiones parciales. Con las
convulsiones focales, en
especial las complejas,
se puede experimentar un
aura antes de
que ocurra la
convulsión. Un aura es una sensación extraña, que puede consistir en
cambios visuales, anomalías auditivas o cambios en el sentido del olfato.
Existen dos tipos de convulsiones focales, que son los siguientes: Convulsiones
focales simples Las convulsiones típicamente duran menos de un minuto. Puede
presentar diferentes síntomas dependiendo del área del cerebro afectada. Si el
funcionamiento anormal del cerebro es en el lóbulo occipital (la parte de atrás
del cerebro que participa en la visión) se puede sufrir alteraciones de la
vista. La actividad de la convulsión se limita a un grupo muscular aislado,
como los dedos, o a músculos más grandes en los brazos y las piernas. En este
tipo de convulsión, el paciente no pierde el conocimiento.
-
Convulsiones focales complejas Este tipo de
convulsiones generalmente ocurre en el lóbulo temporal del cerebro, la zona del
cerebro que controla el funcionamiento de las emociones y la memoria. La
convulsión suele durar entre uno y dos minutos. Generalmente se pierde el
conocimiento durante estas convulsiones y puede presentar diversos
comportamientos. Dichos comportamientos pueden abarcar desde ahogarse,
chasquear los labios, correr, gritar, llorar y, o reírse.
-
Convulsiones generalizadas Las convulsiones
generalizadas afectan a ambos lados del cerebro. Existe pérdida del
conocimiento y un período postictal después de la convulsión. Entre los
diferentes tipos de convulsiones generalizadas se incluyen los siguientes: Convulsiones
de ausencia (también llamado petit mal) Estas convulsiones se caracterizan por
un breve estado de conciencia alterada y episodios con la mirada fija. La
convulsión no suele durar más de 30 segundos. Algunas veces este tipo de
convulsión se confunde con un problema de aprendizaje o de comportamiento. Las
convulsiones de la ausencia comienzan casi siempre entre las edades 4 a 12
años.
-
Convulsiones atónicas (también llamado ataques
de la caída) En las convulsiones atónicas se produce una pérdida súbita del
tono muscular. Durante la convulsión, la persona se queda sin fuerzas y no
responde.
-
Convulsiones generalizadas tónicas clónicas
(también llamado grand mal, su sigla en inglés es GTC) Este tipo de convulsión
se caracteriza por la aparición de cinco fases diferentes. El cuerpo, los
brazos y las piernas se flexionan (se contraen), se extienden (se estiran) y
tiemblan (se sacuden); seguido de un período clónico (contracción y relajación
de los músculos) y del período postictal. Durante el período postictal el
paciente puede estar somnoliento, tener problemas de la vista o del habla, y
puede tener un fuerte dolor de cabeza, fatiga o dolores en todo el cuerpo.
-
Convulsiones mío clónicas Este tipo de
convulsión consiste en un movimiento rápido o una sacudida brusca de un grupo
de músculos. Estas convulsiones tienden a ocurrir en grupos, es decir, pueden
ocurrir varias veces en un día o durante varios días seguidos.
-
Convulsiones febriles Este tipo de convulsión
está asociado con la fiebre. Las convulsiones febriles que duran menos de 15
minutos se llaman "simples" y generalmente no causan efectos
neurológicos a largo plazo. Las convulsiones que duran más de 15 minutos se
llaman "complejas" y pueden producir alteraciones neurológicas
permanentes.
El paciente puede experimentar
una sola convulsión o muchas convulsiones. Aunque la causa exacta de la
convulsión puede no llegar a saberse, las convulsiones más comunes son causadas
por lo siguiente:
• En los recién nacidos y los bebés:
-
Traumatismos al nacer.
-
Problemas congénitos (de nacimiento).
-
Fiebre / infección.
-
Desequilibrios químicos o metabólicos en el
cuerpo.
• En niños, adolescentes y adultos:
-
Alcohol o drogas.
-
Traumatismo en la cabeza.
-
Infecciones.
-
Condiciones congénitas.
-
Factores genéticos.
-
Razones desconocidas.
• Otras posibles causas de las convulsiones pueden
incluir las siguientes:
-
Un tumor cerebral.
-
Problemas neurológicos.
-
Síndrome de abstinencia de drogas.
-
Medicamentos.
Pueden haber diversos grados de
síntomas, dependiendo del tipo de convulsión Los síntomas o las señales de
aviso pueden incluir:
• Mirada fija.
• Sacudidas de los brazos y las
piernas.
• Rigidez del cuerpo.
• Pérdida del conocimiento.
• Problemas respiratorios o
episodios en los que deja de respirar.
• Pérdida del control de la
vejiga o del intestino.
• Caída súbita sin ningún motivo
aparente.
• Ninguna reacción al ruido o a
las palabras durante breves períodos de tiempo.
• Confusión o aturdimiento.
• Somnolencia e irritabilidad al
despertarse por las mañanas.
• Cabezadas.
• Períodos de mirada fija y
parpadeos rápidos.
Durante la convulsión, el
paciente puede tener los labios azulados y puede que su respiración no sea
normal. Los movimientos a menudo van seguidos de un período de sueño o
desorientación.
Es posible que el alcance total
de la convulsión no se comprenda inmediatamente después de la aparición de los
síntomas, pero puede ponerse de manifiesto con una evaluación médica completa y
exámenes de diagnóstico. El diagnóstico de las convulsiones se realiza con la
exploración física y los exámenes de diagnóstico. Durante la exploración, el
médico obtiene una historia médica completa del niño y de la familia y pregunta
cuándo ocurrieron las convulsiones. Las convulsiones pueden deberse a problemas
neurológicos y requieren seguimiento médico. Los exámenes de diagnóstico pueden
incluir:
• Exámenes de sangre.
• Electroencefalograma (su sigla
en inglés es EEG) - procedimiento que registra la actividad eléctrica continua
del cerebro mediante electrodos colocados en el cuero cabelludo.
• Imágenes por resonancia
magnética (su sigla en inglés es MRI) - procedimiento de diagnóstico que
utiliza una combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora
para producir imágenes detalladas de los órganos y estructuras dentro del
cuerpo.
• Tomografía computarizada
(También llamada escáner CT o CAT.) horizontales como verticales. Una
tomografía computarizada muestra imágenes detalladas de cualquier parte del
cuerpo, incluyendo los huesos, los músculos, la grasa y los órganos.
• Punción raquídea (punción lumbar) - se
coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, en el interior del
conducto raquídeo, que es la zona que rodea la médula espinal. Entonces se
puede medir la presión que existe en la médula espinal y en el encéfalo. Se
puede extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (su sigla en
inglés es CSF) y enviarla al laboratorio para comprobar si existe una infección
o algún otro tipo de problema. El líquido cefalorraquídeo es el líquido que
baña el cerebro y la médula espinal de su hijo. - procedimiento de diagnóstico
por imagen que utiliza una combinación de rayos X y tecnología computarizada
para obtener imágenes de cortes transversales (a menudo llamadas
"rebanadas") del cuerpo, tanto
horizontales como verticales. Una tomografía computarizada muestra
imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluyendo los huesos, los
músculos, la grasa y los órganos.
• Punción raquídea (punción
lumbar) - se coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, en el
interior del conducto raquídeo, que es la zona que rodea la médula espinal.
Entonces se puede medir la presión que existe en la médula espinal y en el
encéfalo. Se puede extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (su sigla
en inglés es CSF) y enviarla al laboratorio para comprobar si existe una
infección o algún otro tipo de problema. El líquido cefalorraquídeo es el
líquido que baña el cerebro y la médula espinal de su hijo.
El tratamiento específico de las
crisis convulsivas será determinado por el médico basándose en lo siguiente:
• La edad, estado general de
salud y su historia médica.
• Qué tan avanzada está la
condición.
• El tipo de crisis
convulsiva.
• La tolerancia a determinados
medicamentos, procedimientos o terapias.
• Las expectativas para la
trayectoria de la condición.
• Su opinión o preferencia.
El objetivo del tratamiento de
las convulsiones consiste en controlar, detener o disminuir su frecuencia. Los
principales objetivos del control de las convulsiones son los siguientes:
• Identificar correctamente el
tipo de convulsión.
• Utilizar medicamentos
específicos para el tipo de convulsión.
• Utilizar la mínima cantidad de
medicación posible para conseguir un control adecuado.
• El mantenimiento de buenos
niveles del medicamento.
El tratamiento puede
incluir:
• Medicamentos Existen diversos
tipos de medicamentos que se utilizan para tratar las convulsiones y la
epilepsia. Los medicamentos se eligen basándose en el tipo de convulsión, la
edad, los efectos secundarios, el costo de la medicación y el cumplimiento del
paciente con el uso del medicamento.
Los medicamentos que se utilizan
en casa generalmente se toman por vía oral (como cápsulas, pastillas, gránulos
o jarabes), pero algunos se pueden administrar por vía rectal (en el recto del
niño). El cuerpo de cada persona absorbe
el mismo medicamento de una forma diferente, por lo que será necesario realizar
ajustes (de dosis y horarios) para que el medicamento sea más eficaz en el
control de las convulsiones.
Mientras el paciente esté tomando
medicamentos, se pueden realizar diferentes exámenes para comprobar la eficacia
de los mismos. Dichos exámenes pueden incluir lo siguiente: Exámenes de sangre
- se necesita extraer sangre con frecuencia para comprobar los niveles del
medicamento en el cuerpo. Basándose en esos niveles, el médico puede aumentar o
reducir la dosis del medicamento para alcanzar el nivel deseado. Dicho nivel se
llama el "nivel terapéutico" y es cuando el medicamento actúa más eficazmente.
También se puede examinar la sangre para monitorizar los efectos de los
medicamentos en los órganos del cuerpo.
o Exámenes de orina - estos exámenes se realizan para ver cómo responde
el cuerpo al medicamento.
o Electroencefalograma (su sigla en inglés es EEG) - procedimiento que
registra la actividad eléctrica continua del cerebro mediante electrodos
colocados en el cuero cabelludo. Este examen se hace para comprobar si el
medicamento está solucionando los problemas eléctricos del cerebro.
• Dieta cetogénica Ciertos
pacientes que tienen problemas con los medicamentos, o cuyas crisis convulsivas
no se están controlando bien, pueden ser puestos a una dieta especial
denominada dieta cetogénica. Este tipo de dieta es bajo en carbohidratos y alta
en proteína y grasa.
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