PARÁLISIS CEREBRAL
Universidad nacional Autónoma de México
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza
Estomatología del Niño y el Adolescente
Seminario Monográfico de Diagnóstico Integral
Dr. José Luis Uribe Piña
Parálisis Cerebral
Serrano Lopez Arturo
INTRODUCCION
La
parálisis cerebral es un trastorno permanente y no progresivo que afecta a la
psicomotricidad del paciente. En un nuevo consenso internacional, se propone
como definición: “La parálisis cerebral describe un grupo de trastornos del
desarrollo psicomotor, que causan una limitación de la actividad de la persona,
atribuida a problemas en el desarrollo cerebral del feto o del niño. Los
desórdenes psicomotrices de la parálisis cerebral están a menudo acompañados de
problemas sensitivos, cognitivos, de comunicación y percepción, y en algunas
ocasiones, de trastornos del comportamiento”. Las lesiones cerebrales de la PC
ocurren desde el período fetal hasta la edad de 5 años. Los daños cerebrales
después de la edad de 5 años hasta el período adulto pueden manifestarse como
PC, pero, por definición, estas lesiones no son PC.
HISTORIA
La
PC era conocida en el antiguo Egipto, pero el año 1861 marca el inicio de la
historia de este grupo de trastornos en los tiempos modernos, a partir de la
comunicación que realizara a la Sociedad Obstétrica de Londres el cirujano
ortopédico británico William Little, quien describió 47 niños con rigidez
espástica en los que alguna circunstancia anormal había estado presente en el
acto del parto. Little propuso que existía alguna relación entre parto anormal,
dificultad en el trabajo de parto, nacimiento prematuro, asfixia neonatal y
deformidades físicas, y denominó a este trastorno cerebral paresisa. Burgess se
le adjudica haber sido el primero en emplear el término PC en 1888, aunque
algunos afirman que fue sir William Osler, quien introdujo en 1889 el término
‘PC infantil’ , utilizado luego por Phelps para agrupar diferentes cuadros clínicos
caracterizados por la presencia de trastornos motores de origen central
tributarios de terapia rehabilitadora. En 1893, Freud, el posteriormente famoso
psicoanalista, quien por entonces se dedicaba al estudio de la neurología,
basándose en el hecho de que los niños con PC a menudo presentaban otras alteraciones
asociadas, sugirió que el trastorno debía originarse en etapas más tempranas
del embarazo, debido a efectos más profundos que influían en el desarrollo del
feto. De esta forma, cuestionó más tarde la secuencia causal de Little, y
argumentó que los niños con PC podían haber tenido dificultades en el parto
debido a que ellos estaban dañados ya en ese momento, en lugar de la relación
inversa. Freud definía la PC infantil como un concepto general que agrupaba
todas las enfermedades cerebrales de la infancia causadas por un efecto directo
de etiología accidental, ocurrido bien en el período fetal o después del nacimiento,
y que había afectado a uno o más sistemas de neuronas
Definición
Coloquial.
Entre
los nombres coloquiales que podemos encontrar para las personas que padecen
paralisis cerebral encontramos:
·
Invalido
·
Paralitico
·
Mal
de Sambito
·
Lisiados
Definición
Científica.
Es
una encefalopatía estática que puede definirse como un desarrollo no progresivo
de la postura y los movimientos, acompañado a menudo de la epilepsia y de
alteraciones del lenguaje, de la visión y la inteligencia que se deben a un
defecto o lesión del cerebro en desarrollo.
Etiologia.
Las
causas que producen la parálisis cerebral van a depender y a variar de un caso
a otro, por tanto no puede ni debe atribuirse a un factor único, aunque todos
desarrollan como determinante común, la deficiente maduración del sistema
nervioso central.
La
parálisis cerebral puede producirse tanto en el período prenatal como perinatal
o postnatal, teniendo el límite de manifestación transcurridos los cinco
primeros años de vida.
En
el período prenatal, la lesión es ocasionada durante el embarazo y pueden
influir las condiciones desfavorables de la madre en la gestación. Suele
ocasionar el 35% de los casos. Los factores prenatales que se han relacionado
son las infecciones maternas (sobre todo la rubéola), la radiación, la anoxia
(déficit de oxígeno), la toxemia y la diabetes materna.
En
el período perinatal, las lesiones suelen ocurrir en el momento del parto.
Ocasionan el 55% de los casos, y las causas más frecuentes son: anoxia,
asfixia, traumatismo por fórceps, prematuridad, partos múltiples, y en general,
todo parto que ocasiona sufrimiento al niño.
En
el período postnatal, la lesión es debida a enfermedades ocasionadas después
del nacimiento. Corresponde a un 10% de los casos y puede ser debida a
traumatismos craneales, infecciones, accidentes vasculares, accidentes
anestésicos, deshidrataciones, etc.
Clasificacion.
La
diplejía espástica, el trastorno descrito primero por el Dr. Little en 1860, es
sólo uno de varios trastornos llamados parálisis cerebral. Hoy en día, los
médicos clasifican la parálisis cerebral en cuatro categorías amplias: la
espástica, atetosis, ataxia y formas combinadas; según el tipo de anormalidad
del tono muscular o movimiento.
La
parálisis cerebral espástica
En
esta forma de parálisis cerebral, que afecta de 70 a 80 por ciento de los
pacientes, los músculos están rígidos y contraídos permanentemente. A menudo
los médicos descrien la clase de parálisis cerebral que el paciente padece
basándose en las extremidades afectadas. Los nombres asignados para estas
clases de enfermedad combinan una descripción latina de las extremidades
afectadas con el término plejia o paresis para significar paralizado o débil respectivamente.
Cuando
ambas piernas se afectan de espasticidad, ésas pueden encorvarse y cruzarse a
las rodillas. Esta postura anormal de las piernas, de apariencia de tijeras,
puede interferir con el caminar.
Los
individuos con hemiparesis espástica pueden experimentar también temblores
hemiparéticos, en los cuales sacudidas incontrolables afectan las extremidades
de un lado del cuerpo. Si estas sacudidas son severas pueden obstaculizar
seriamente el movimiento.
Atetosis,
o la parálisis cerebral discinética
Esta
forma de parálisis cerebral se caracteriza por movimientos retorcidos lentos e
incontrolables. Estos movimientos anormales afectan manos, pies, brazos o
piernas y en algunos casos los músculos de cara y lengua, causando el hacer
muecas o babear. Los movimientos aumentan a menudo durante períodos de estrés
emocional y desaparecen mientras se duerme. Los pacientes pueden tener
problemas coordinando los movimientos musculares necesarios para el habla, una
condición conocida por disartria. La parálisis cerebral atetoide afecta
aproximadamente de 10 a 20 por ciento de los pacientes.
La
parálisis cerebral atáxica
Esta
forma rara afecta el equilibrio y la coordinación. Las personas afectadas
caminan inestablemente con un modo de caminar muy amplio, poniendo los pies muy
separados uno de otro, y experimentan dificultades cuando intentan movimientos
rápidos y precisos como el escribir o abotonar una camisa. Los pacientes pueden
exhibir temblores de intención. En esta forma de temblor, el empezar un movimiento
voluntario, como sujetar un libro, causa un temblor que afecta parte del cuerpo
usada. El temblor empeora según el individuo se acerca al objeto deseado. Se
estima que la forma atáxica afecta de 5 a 10 por ciento de los pacientes con
parálisis cerebral.
Formas
combinadas
Es
muy común que los pacientes tengan síntomas de más de una de las formas de
parálisis cerebral mencionadas arriba. La combinación más común incluye
espasticidad y movimientos atetoides, pero otras combinaciones son posibles.
También
dependiendo del trastorno neuromuscular o el criterio clasificatorio de
topografía, que indica cual es la parte del cuerpo afectada, se puedn
clasificar en:
Hemiplejía:
afecta a uno de los dos hemicuerpos (derecho o izquierdo).
Diplejía:
miembros superiores afectados.
Cuadriplejía:
los cuatro miembros están paralizados.
Paraplejía:
afectación de los miembros inferiores.
Monoplejía:
un único miembro, superior o inferior, afectado.
Triplejía:
tres miembros afectados.
Hemiparesia
faciobraquial crural. Afectada la cara, un brazo y una pierna
Según
el grado de capacidad funcional
Clase
uno: sin limitación de actividad.
Clase
dos: con ligera o moderada limitación de actividad.
Clase
tres: con limitación de la actividad, que va desde moderada hasta alta.
Clase
cuatro: incapacitados para desarrollar cualquier actividad física útil.
Terapéutica
Clase
uno: sin necesidad de tratamiento.
Clase
dos : con necesidad de un mínimo de terapia y de ayuda.
Clase
tres: necesita ayuda y aparatos, así como la asistencia de los servicios de
tratamiento para la parálisis cerebral.
Clase
cuatro: requiere de institucionalización por largo tiempo para su tratamiento.
Según
el tono muscular
Isotónico:
tono normal.
Hipertónico:
tono incrementado.
Hipotónico:
tono disminuido.
Variable:
tono inconsistente (distonia y espasticidad).
Epidemiologia
Existen
alrededor de 500,000 casos en México
En
40% de los casos se desconoce la causa exacta
Más
de 60% de los casos son de tipo Espástico
20%
están asociados a problemas de prematurez
En
85% de los casos está presente al nacimiento
Se
presenta en 1.5 a 2.5 casos por 1,000 Nacimientos
Alrededor
del 10% de los discapacitados son por PCI
2
de cada 1,000 niños nacidos en USA tienen alguna forma de PCI
Alrededor
de 800,000 personas sufren de PCI en USA.
Tratamiento
Estomatológico.
Muchos
dentistas o estomatólogos se muestran aprehensivos a tratar a pacientes con
parálisis cerebral. Esto es natural, porque los movimientos del paciente o
respuestas a los estímulos parecen ser impredecibles e incontrolables y la
comunicación con el paciente puede ser difícil.
El
dentista o estomatólogo, debe reconocer que algunos pacientes tienen daño más
bien funcional que mental. Barber establece que la habilidad del niño para
aprender es un factor determinante en el éxito del tratamiento.
Para
tratar a niños con capacidad diferenciada se debe tener el conocimiento de la
función motora, topografía, tonicidad del músculo y severidad del daño.
Recientemente
se ha dado mucha atención al cuidado de salud, educación y empleo de personas
con capacidad diferenciada. El tratamiento dental es una de las más grandes
necesidades. Miller establece que la razón de que el dentista debe tener la
mayor información acerca de estos pacientes, es esta necesidad.
Los
niños con parálisis cerebral suelen tener problemas dentales. Las dificultades
que experimentan para comer, especialmente para masticar y la dificultad que
presentan para la higiene dental, hacen que sus dientes sean extremadamente
susceptibles a caries y que sus encías tengan tendencia a inflamarse. Por lo
tanto el cuidado dental es muy importante.
No
existen anomalías intraorales que sean exclusivas de pacientes con parálisis
cerebral. Sin embargo, varias situaciones son más frecuentes o graves que en la
población común:
1)
Enfermedad periodontal. Ocurre con gran frecuencia en las personas con
parálisis cerebral. Hay una correlación evidente entre la gravedad de la
enfermedad y la higiene del paciente. A menudo el paciente no será capaz de
cepillarse o usar adecuadamente le hilo dental. Las medidas de higiene oral son
inadecuadas y poco frecuentes muchas veces. El tipo de dieta también es
significativo, los niños que tienen dificultad para masticar y para deglutir
tienden a comer alimentos blandos, que se tragan fácilmente y son ricos en
carbohidratos. Los pacientes con PC que toman denitoína para controlar la
actividad convulsiva tienen por lo general cierto grado de hiperplasia gingival.
2)
Caries. Los datos con respecto a la incidencia de caries en pacientes con
parálisis cerebral, comparada con la de la población general, son
contradictorios. Pero generalmente es aceptado que la incidencia en estos
pacientes no es significativamente mayor. Sin embargo, usualmente tienen más
pérdida de dientes permanentes, mostrando un adiferencia en el tratamiento
dental.
3)
Maloclusiones. La prevalencia de malocluciones es aproximadamente el doble que
la de la población en general. Con frecuencia se obseran protrusión de los
dientes anterosuperiores, entrecruzamiento y resalte excesivo, mordida abierta,
mordida cruzada. Una causa importante puede ser la relación no armoniosa entre
los músculos intraorales y periorales. Los movimientos incontrolados de la
mandíbula, labios y lengua se observan con gran frecuencia en los pacientes con
parálisis cerebral.
4)
Bruxismo. Por lo común se observa bruxismo en los pacientes con parálisis
cerebral atetósica. Puede notarse atrición severa de la dentición temporal y
permanente, con la consecuente pérdida de dimensión vertical intermaxilar.
5)
Trastornos de la articulación temporomadibular. Es significativamente más alta
que en otros grupos de población. Esto se considera que se deba al
desequilibrio del mecanismo neuromuscular o a las maloclusiones.
6)
Trauma. Las personas con parálisis cerebral son más susceptibles a los
traumatismos, en especial de los dientes anterosuperiores. Esta situación se
relaciona con la tendencia aumentada a las caídas junto con la disminución del
reflejo extensor que amortiguaría esas caídas y la frecuente protrusión de los
dientes anteriosuperiores.
7)
Hipoplasia del esmalte. La parálisis cerebral cursa, en un porcentaje
importante de casos, con alteraciones en la formación del esmalte. En general
la hipoplasia es frecuente en niños con bajo coeficiente intelectual y/o
alteraciones neurológicas. Incluso, los defectos del esmalte constituyen una
ayuda para establecer la cronología de la lesión cerebral en pacientes en los
que la causa no esté bien definida.
8)
Empuje lingual y respiración bucal. Los niños con parálisis cerebral tienen
significativamente más estos hábitos que otros grupos.
Bibliografia.
Robaina-Castellanos
GR, Riesgo-Rodríguez, Robaina-Castellanos. Definición y clasificación de la
parálisis cerebral: ¿un problema re- suelto? Rev Neurol 2007; 45: 110-117.
PóoP,Campistol.J.Parálisiscerebralinfantil.
En: Cruz M et al (eds.) Tratado de Pediatría. 9a edición. Madrid: Ergon, 2006.
Argüelles
P.,Parálisis Cerebral Infantil,Protocolos Diagnóstico Terapeúticos de la AEP:
Neurología Pediátrica.
MEP
Adela Martínez Martínez y MO Miguel A. Matamaros Botello. MANEJO
ESTOMTOLOGICO DEL PACIENTE CON PARALISIS CEREBRAL. Rev Salud Publica y
Nutricion, Edición Especial No. 7-2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario