sábado, 30 de agosto de 2014


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

 

 

 

 

FACULATDE DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA

 

 

 

 

ESPECIALIADAD EN ESTOAMTOLOGÍA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

 

 

 

 

SEMINARIO MONOGRÁFICO

 

 

 

 

RESUMEN DEL CONGRESO INTERNACIONAL DE 3M

 

 

 

 

DR. JOSÉ LUIS URIBE

 

 

 

 

C.D. GABRIEL URIBE GODÍNEZ

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
 
Debido a que las conferencias fueron presentaciones de casos de los ponentes, desde la llegada del paciente al consultorio, el plan de tratamiento con ayuda de modelos de estudio, radiografías, tomografías, trazos cefalométricos, interconsultas y experiencia de los ponentes, enfocándose en el anclaje con microimplantes, hago un pequeño resumen sobre este procedimiento.

 

 

ANCLAJE ORTODÓNCICO

 

 

El control de los requerimientos de anclaje es un factor clave a tener en cuenta para el éxito en el tratamiento ortodóncico, sin importar la técnica o tipo de aparatología que se desee utilizar. El movimiento dental ortodóncico ha sido siempre limitado al principio de las fuerzas mecánicas recíprocas de acción y reacción en el control del anclaje.  Dependiendo de la maloclusión que presente el paciente, convencionalmente se ha trabajado con un anclaje mínimo, en donde se pierde 2/3 partes del espacio conseguido; anclaje moderado perdiendo la mitad del espacio y con el anclaje máximo que se alcanza a perder hasta 1/3 de éste, entre otros.

La estabilidad del anclaje es fundamental dentro del tratamiento de ortodoncia, ya que hasta una pequeña fuerza puede provocar movimientos secundarios indeseados, que limitan el tratamiento ortodóncico. Aunque en algunos casos particulares son aplicables estos tipos de anclaje, otros requieren consumir todo el espacio creado y/o permitir la realización de movimientos dentales de forma específica, sin afectar los dientes que tenemos en una correcta posición; por ejemplo, el control de anclaje durante el distalamiento de molares tiende a causar movimientos no deseados en otros dientes y requieren la colaboración del paciente. Para suplir esta necesidad, se empezó a usar los implantes oseointegrados de titanio para permitir anclaje ortodóncico sin la necesidad de colaboración del paciente, dejando libres de carga los dientes que en general se toman para esta función. Después del tratamiento pueden ser utilizados para reemplazar uno o más dientes perdidos; sin embargo, estos implantes presentaron algunos inconvenientes como: Dificultad de seleccionar el sitio apropiado para el implante en la mayoría de los pacientes ortodóncicos (solo en zona retromolar y edéntula), necesidad de esperar por la oseointegración antes de cargar el implante, lo invasivo del procedimiento quirúrgico, las limitaciones de dirección de la fuerza de aplicada (sobre la cresta alveolar), mayor dificultad de higiene por parte del paciente y su elevado costo. El microimplante es una alternativa eficaz y versátil para el control del anclaje. Puede ser usado como un sistema de tratamiento ortodóncico independiente ó como un auxiliar en el tratamiento de ortodoncia convencional. El objetivo de este artículo es hacer una descripción de los microimplantes como elemento de anclaje absoluto en el tratamiento ortodóncico, a través de una revisión bibliográfica.

 

 

 

 

 

 

 

MICROIMPLANTES

 

Los microimplantes de titanio pueden ser maquinados o con superficie rugosa. Aunque todos los microimplantes pueden oseointegrarse, La oseointegración está en relación con el tiempo que estén colocados en boca, y del momento que sean cargados. Su unión con el hueso es suficiente para soportar las fuerzas ortodóncicas sin afectar su estabilidad con solo una fibrointegración. La aposición del hueso al implante es significativamente mayor en la superficie rugosa comparada con la maquinada, independientemente de la calidad del hueso;  sin embargo no necesitan ser arenados, grabados o bañados por el relativo corto periodo de tiempo que son usados durante el tratamiento. Estos tornillos tienen un bajo costo, menor diámetro y diferentes longitudes, comparados con los implantes convencionales; pueden ser insertados en cualquier área de hueso alveolar o apical con mínimas limitaciones anatómicas.  La conexión entre el anclaje y el dispositivo convencional fijo puede ser fácilmente adaptada a las necesidades cambiantes del tratamiento en diferentes partes de los arcos dentales, pueden ser usados con resortes de espiras abiertas o cerradas, uní o bilateralmente y recibir una carga inmediata, resistiendo fuerzas entre 200 a 300gr. durante todo el tratamiento. El procedimiento quirúrgico es sencillo8 y ha sido bien tolerado por los pacientes, con rápida cicatrización aunque algunos edemas pueden ocurrir en los primeros días después de la cirugía.  Además no hay necesidad de una cirugía adicional porque pueden ser fácilmente removidos.

 

INDICACIONES

 

Los requerimientos de anclaje son más críticos en la ortodoncia lingual que la vestibular por la relación anatómica entre la lengua y el hueso cortical, el microimplante está indicado en ambos procedimientos y su ubicación dependerá del movimiento que se desee hacer.

1. En una Clase II esqueletal para retracción, los molares superiores han sido usados como anclaje en una mecánica convencional, cambiando su posición de forma inevitable. Con los microimplantes se da la posibilidad de solucionar los problemas de anclaje y producir retracción en masa de los 6 dientes anteriores por deslizamiento sin pérdida de anclaje; previo alineado y nivelación y, reducir el tiempo de tratamiento, ya sea con brackets por vestibular o lingual,  además no es necesario el ATP. 2. En una sonrisa gingival, para intrusión del sector anterosuperior con el minimplante entre incisivos y caninos; tratamiento que con la ortodoncia convencional es casi imposible, solo con resultados satisfactorios en cirugía maxilofacial. Después de 4 meses se podría obtener una intrusión incisiva de 6mm aprox. sin reabsorción radicular o patología periodontal. 3. En intrusión de molares; se coloca el mini implante en la región vestibular y distal del molar (región retromolar) en la mandíbula; con la cabeza del tornillo en una dirección ocluso gingival, buco lingual y mesio distal 4. En la distalización en grupo, ya sea simétrica o asimétrica de dientes inferiores y/o superiores en tratamientos sin exodoncia con una tasa de éxito de 90% por 12 meses en promedio. Los aparatos extraorales y aún los intraorales desarrollan fuerzas recíprocas y efectos adversos en donde los dientes anteriores tienden a moverse hacia adelante durante la distalización de molares y necesitan ser retruídos después contra los molares recién distalizados. El movimiento hacia delante de los molares distalizados por pérdida de anclaje, cuando se usan como éste durante la retracción de los anteriores frecuentemente compensa el efecto de tratamiento de los aparatos de distalización, disminuyendo la distalización total de los molares, además el tiempo de tratamiento es prolongado. El primer movimiento de inclinación distal en los dientes posteroinferiores, simultáneo a un enderezamiento y movimiento distal de los incisivos. Se da una intrusión distal molar, que afecta positivamente la nivelación de la curva de Spee, manteniendo la dimensión vertical; sin diferencia significativa en el ancho molar. Aunque el procedimiento de distalización que se realiza es relativamente más largo que con otros métodos, el tiempo total de tratamiento es menor debido a que no hay movimientos indeseados en el sector anterior, produciéndose en cambio, movimientos beneficiosos para el tratamiento de manera simultánea. Las fuerzas de distalización son de 200gr por lado (+/- 30gr. por diente) aplicadas desde los minimplantes a los caninos o premolares con resortes de espiras cerradas de niti o con hilo elastomérico con arcos de 0.16 x 0.22 de TMA o acero en el maxilar superior y 0.18 x 0.25 en el inferior, con una distalización mayor a nivel de las coronas dentales que con respecto a los ápices. 5. Recuperación del espacio de los dientes ausentes para la rehabilitación protésica. El enderezamiento del molar tiene algunos problemas como la extrusión y el movimiento de la unidad de anclaje siendo necesaria la estabilización interarqueal para minimizar estos efectos. Si la cabeza del tornillo está por debajo de la superficie oclusal del molar este va a intruirse durante el enderezamiento. En segundos molares superiores se ubica el minimplante en la tuberosidad para lograr anclaje en la cortical. En la mandíbula pueden ser enderezados fácilmente sin afectar a los dientes anteriores y sin siquiera utilizar brackets, a 10mm de la pared distal del molar se ubica el microimplante, se coloca un botón en la cara mesial del molar para una tracción más adecuada. 6. Enderezamiento molar. Cuando hay una discrepancia en la longitud del arco en los segmentos posteriores, los molares inferiores tienden a erupcionar lingualmente, produciendo una mordida cruzada posterior, el enderezamiento puede realizarse en sentido linguo-vestibular en los molares inferiores, generando fuerzas vestibulares e intrusivas; esto también puede ser aplicado para los molares superiores. Debido a que la raíz palatal del segundo molar superior está ubicada un poco distal del centro de la corona, el microimplante podría ser colocado en la mitad distal del espacio interdental entre las raíces del primer y segundo molar.7. En cirugía maxilofacial para fijación intermaxilar de pacientes con ortodoncia lingual. Los botones metálicos pegados temporariamente en las superficies vestibulares pueden ser estéticamente inaceptables en estos pacientes, además el uso de estos puede causar extrusiones del diente involucrado. Si los tornillos óseos normalmente usados para la fijación rígida en cirugía ortognática son usados para fijación intermaxilar, no hay necesidad de fijación intermaxilar en los dientes. 8. Otras indicaciones de los microimplantes son como anclaje para elásticos intermaxilares de clase III y para extruir dientes impactados

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