UNAM FES ZARAGOZA
ESPECIALIDAD EN
ESTOMATOLOGÍA DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE
SEMINARIO
INTERDISCIPLINARIO
GONZÁLEZ OSORIO BIBIANA
SINDROME DE MOEBIUS
Fue descrito en 1888 por el
profesor P.J. Moebius. También conocido como Diplejía Facial congénita.
Es una compleja y extraña
anomalía congénita, un desorden raro caracterizado por una falta de expresión
facial, en concreto una parálisis unida a una falta de movimiento lateral
exterior de los ojos.
El trastorno también se acompaña
de diversas anormalidades neuromusculares y de otros tipos, como pueden ser,
malformaciones en los pies, en las manos y en los músculos pectorales.
Como es una enfermedad tan rara
puede ser diagnosticada incorrectamente. Este desconocimiento provoca que a los
niños Moebius se les supongan daños en la corteza cerebral, cuando tienen
capacidades intelectuales normales. No es lo mismo que digan que tiene un
problema físico en la cara, que afirmen que tiene retraso mental. La inteligencia
no está afectada. Son catalogados de normales en el test de inteligencia.
Frecuentemente se encuentran
alterados dos importantes pares craneales que producen parálisis:
El sexto (nervio de Abducens o
motor ocular externo) referido al movimiento lateral del ojo y párpado y del
séptimo (nervio facial) que inerva los músculos de la expresión facial y
conduce la sensibilidad gustativa, así como las glándulas lagrimales y
salivales, y la sensación en la piel de los dedos y de las puntas de los pies.
Estos nervios no están totalmente
desarrollados, causando parálisis al parpadeo y movimiento lateral de los ojos,
así como las múltiples expresiones de la cara
Los síntomas más evidentes se relacionan con
la expresión facial. Son niños sin sonrisa, no pueden sonreír o fruncir los
músculos de la mímica (la sonrisa es un atributo muy importante en la
socialización y su ausencia provoca rechazo, por ejemplo en colegios y
guarderías)
En recién nacidos, el primer
signo llamativo es una incapacidad deteriorada de aspirar, de succionar con un
babeo excesivo y los ojos cruzados. Además suelen existir deformidades en la
lengua y mandíbula.
La mayoría de los niños tienen
tono bajo de la musculatura, particularmente del cuerpo (hipotonía muscular).
Otros síntomas que suelen encontrarse presentes son:
- Necesidad de mantenerles la cabeza erguida para poder tragar.
- Ausencia de parpadeos.
- Estrabismo (ojos cruzados que pueden corregirse con la cirugía). Aparece estrabismo y limitación de los movimientos, pero afortunadamente la ulceración de la córnea es rara.
- Lengua corta, pequeña o deformada.
- Paladar de la hendidura submucosa.
- Problemas o trastornos de los dientes, que aparecen pronto con una dificultad para la autolimpieza después de la comida y el estado entreabierto de la boca.
- Problemas de audición, sensibilidad a los ruidos fuertes.
- Dificultades del habla, especialmente con los sonidos cerrados de la boca B, M, P, F y los sonidos que implican el uso de los labios.
Todos estos signos clínicos son el reflejo de una ausencia o funcionamiento reducido de los nervios craneales. Si bien estos pacientes maduran más lentamente, la mayoría de los niños con el tiempo se acercan al desarrollo esquelético de otros con su misma edad y sin afectación sindrómica.
Los problemas del habla,
responden a menudo a la terapia, pero pueden persistir algunos problemas
articulatorios debido a la movilidad deteriorada de la lengua y los labios. Al
crecer, la carencia de la expresión facial y de una inhabilidad de sonreir se
convierte en los síntomas visibles dominantes.
Este síndrome puede
frecuentemente verse acompañado por síntomas típicos de otros síndromes como el
de Pierre Robin y la anomalía de Poland.
La alimentación en los primeros
meses puede presentar dificultades enormes. En lugar de una placentera y
agradable satisfacción entre madre e hijo, la alimentación en el recién nacido
llega a convertirse en una pesadilla. No sólo es difícil para el bebe conseguir
la cantidad de alimento requerido, sino que a menudo toses, vómitos y atragantamientos,
acaban en miedos y rechazos hacia la comida para ambos, madre e hijo. La
persistencia de un modo suave y con paciencia, es a menudo recompensada con
éxito. Sin embargo, algunas veces son necesarios meses para que el niño
adquiera suficiente control y confianza para alimentarse con normalidad.
Una vez que este problema ha sido
superado, el siguiente que aparece es el relativo a la expresión facial. Debido
a problemas en los músculos de la expresión facial, los cuales son estimulados
por el séptimo nervio, la falta de expresión en risas y llantos, comienzan a
ser importantes. Esto, junto a problemas de babeo y dificultades del habla,
tiene importantes repercusiones en el desarrollo psico-social del niño.
El siguiente problema que toma
importancia es la dificultad para el habla. Este puede presentarse por una
excesiva nasalidad (nervios nueve y diez), falta de una adecuada movilidad de
la lengua (nervio doce), o por falta de movimiento en los labios (nervio
siete). También puede darse una combinación de varios de los factores
mencionados. En ciertos casos, la cirugía laringológica puede ser de ayuda en
la nasalidad.
En todos los casos, un
experimentado logopeda/pediatra, será de enorme ayuda para tratar estas
deficiencias, ya sea con terapia adecuada del habla, o haciendo las oportunas
recomendaciones referentes a posibles operaciones.
Con respecto a las funciones de
los ojos, está claro que sus movimientos pueden estar limitados, lo cual
refleja la afectación de los nervios, seis, cuatro o tres. Además de la
limitación de movimiento, el estrabismo y ojos cruzados son también un hecho
común. Un oftalmólogo puede ser muy valioso para advertir sobre la necesidad de
una temprana intervención quirúrgica y así corregir futuros problemas. En el
caso de Sd. de Moebius, esto puede ser más complejo por la variedad en el grado
de afectación de los músculos del ojo.
Los problemas dentales son
comunes en el Sd. de Moebius. La incapacidad del niño para una normal
masticación, deja los dientes expuestos a caries, ayudado por el hecho de que
la boca, a menudo, está abierta por la imposibilidad de cerrar los labios. Esto
también conlleva a una respiración bucal que predispone a futuros problemas. El
cepillado adecuado después de cada comida es, por lo tanto, imperativo, así
como su apropiado seguimiento.
Alrededor de un 25% de pacientes
con Sd. de Moebius tienen algunas de sus extremidades afectadas. La alteración
más común es la sindactilia de la mano con dedos unidos. Después, los músculos
del pecho pueden no estar totalmente desarrollados. (Una condición conocida como
el Sd. de Poland.). La anomalía común de pies zambos, también está asociada.
Con respecto al desarrollo
intelectual, estos niños generalmente son clasificados con el rango de
normales. Sin embargo, a causa de su falta de expresión facial y las
dificultades de habla, son a menudo erróneamente catalogados como deficientes
mentales. No hay ningún fundamento para ello, por lo que es imprescindible que
se integre en un colegio normal, y les sean dadas las oportunidades de
cualquier otro niño con una inteligencia normal. El aislamiento de un
desarrollo normal, afectará a su futura autoestima, a su auto confianza y a la
posibilidad de integración en la comunidad.
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