ÉTICA
PROFESIONAL
MODULO: Seminario Monográfico de Diagnóstico
Integral
ALUMNA: Ramírez Olguín Fabiola Lariza
PROFESOR: ESP. José Luis Uribe Piña
Por profesión se entiende una ocupación que
se desarrolla con el fin de colaborar
con el bienestar de una sociedad. Para realizar dicha labor es necesario
que el profesional (persona que
ejerce la misma) actúe con responsabilidad, siguiendo los requisitos que la ley
vigente plantee para el desarrollo de esa actividad.
La ética
profesional pretende regular las actividades que se realizan en el marco
de una profesión. En este sentido, se trata de una disciplina que está incluida
dentro de la ética aplicada ya
que hace referencia a una parte específica de la realidad.
Cabe destacar que la ética, a nivel general,
no es coactiva (no impone sanciones legales o normativas). Sin embargo, la
ética profesional puede estar, en cierta forma, en los códigos deontológicos que regulan una actividad profesional. La deontología forma parte de lo que se
conoce como ética normativa y presenta una serie de principios y reglas de
cumplimiento obligatorio.
Podría decirse, por lo tanto, que la ética
profesional estudia las normas vinculantes recogidas por la deontología
profesional. La ética sugiere aquello que es deseable y condena lo que no debe
hacerse, mientras que la deontología cuenta con las herramientas
administrativas para garantizar que la profesión se ejerza de manera ética.
La ética
periodística, por ejemplo, condena que una periodista reciba dinero para
publicar una noticia tendenciosa a favor de una determinada persona,
organización o empresa. En el mundo de los negocios, por otra parte, la ética
señala que un vendedor no puede realizar operaciones por afuera de la empresa
para la cual trabaja como empleado.
La ética profesional deriva de un concepto
que se conoce como ética empresarial
que establece las condiciones en las que el ser humano debe relacionarse con su
entorno. Ambas formas de trabajo se encuentran interrelacionadas ya que es tan
importante ofrecer un servicio justo y realizar una labor responsable, como
preservar el hábitat en el que lo desarrollamos.
Dentro de la ética empresarial existen tres
ramas que definen la relación de los diferentes profesionales con su hábitat.
Las mismas son: economicismo limitado
( cuyo fundamental objetivo reside en maximizar los beneficios pero cumpliendo
con lo impuesto por la legalidad vigente, preservando el medio e intentando
satisfacer las exigencias sociales del entorno), dualismo racionalista (se basa en la búsqueda del beneficio
respetando los principios impuestos por una teoría ética racionalista, que
determina qué es lo correcto) y realismo
moderado (entiende que el ser humano tiene la capacidad de conocer las
necesidades de su entorno y como tal es responsable de establecer una relación
equitativa con su medio).
Cuando nacemos adquirimos nuestra personalidad jurídica; a través de la
cual recibimos una serie de derechos y deberes que regirán nuestra vida a
partir de entonces. Sin embargo para desarrollar una vida social plena es
necesario adquirir una formación profesional. Es decir, un interés particular
por una determinada actividad y los estudios necesarios para desarrollar bien
la misma. Pero tampoco alcanza con este aprendizaje,
es necesario saber utilizarlo; esto significa, ejercer con responsabilidad.
La responsabilidad
de una persona reside en su obligación de responder por sus propios actos. La
misma se ve condicionada por la libertad y la voluntad. En lo que respecta a la
ética profesional, la responsabilidad de un individuo lo obliga a desarrollar
de forma ética y justa su trabajo, intentando cooperar, en la medida que pueda,
con el bien común.
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