UNIVERSIDAD
NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FES-ZARAGOZA
POSGRADO
ESPECIALIDAD
EN ESTOMATOLOGÍA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
ALUMNA:
GÓMEZ ALVAREZ LAURA
GABRIELA
ÉTICA
PROFESIONAL
La
ética se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana. El
concepto proviene del término griego ethikos, que significa “carácter”. Una
sentencia ética es una declaración moral que elabora afirmaciones y define lo
que es bueno, malo, obligatorio, permitido, etc. en lo referente a una acción o
a una decisión.
La
ética, pues, estudia la moral y determina cómo deben actuar los miembros de una
sociedad. Por lo tanto, se la define como la ciencia del comportamiento moral.
El
postmodernismo (siglo XX) que a grandes rasgos podríamos decir que es donde la
iglesia ha perdido todo su control en el conocimiento y surge una nueva
revolución, la revolución tecnológica y gracias a la globalización el conocimiento
se hizo universal y accesible para todo el mundo.
En este periodo las sociedades son más fáciles
de convencer, más moldeables, puesto que si en un país desarrollado como
Australia están en el proceso como tal del postmodernismo, en un país como
Colombia se estaría en la mitad del periodo moderno, por eso según Jameson, “el
posmodernismo es un concepto periodizador que correlaciona la emergencia de
nuevos rasgos formales en la cultura con la emergencia de un nuevo tipo de vida
social y un nuevo orden económico (modernización, sociedad postindustrial o de
consumo, sociedad de los medios de comunicación o el espectáculo, o el
capitalismo multinacional)
·
No
hay ética, no hay moral.
·
Anarquía
de valores.
·
Egoísmo.
·
Hedonismo.
Vida light
·
Avances
científicos y tecnológicos.
·
Globalización
cultural.
·
Futuro incierto.
La
ética profesional es el conjunto de normas de carácter ético aplicadas en el
desarrollo de una actividad laboral. La ética puede aparecer reflejada en
códigos deontológicos o códigos profesionales a través de una serie de
principios y valores contenidos en postulados en forma de decálogo o documentos
de mayor extensión.
La
ética profesional marca pautas de conducta para el desempeño de las funciones
propias de un cargo dentro de un marco ético. En muchos casos tratan temas de
competencia y capacidad profesional, además de temas específicos propios de
cada área.
Aunque
la ética profesional utiliza valores universales del ser humano, se centra en
cómo son estos aplicables al entorno laboral.
Se
trata de un tema en contínuo debate, especialmente cuando existen conflictos
éticos entre el desarrollo de una profesión y la conciencia o ética personal.
En determinadas situaciones se puede optar por la objeción de conciencia cuando
una persona no piensa que está actuando de forma correcta.
El
profesional en todo el sentido de la palabra, es necesario que posea un
carácter que combine la libertad con la responsabilidad. Este carácter debe
estar de acuerdo con la moral y comportamientos deseables para el bien común.
No necesariamente deben ser leyes o normas ante situaciones específicas, sino
más bien actitudes ante tales contextos que nos señalen si el profesional se
desempeña de acuerdo a su ética profesional.
Bioetica:
estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la
vida y de la salud, analizada a la luz de los valores y principios morales"
(Reich, 1978).
La
ética médica no es sólo una parte de la bioética, sino que goza además de
especial relevancia en el conjunto de la nueva disciplina. Por la riqueza de su
tradición científica y humana - ausente en el resto de la bioética- posee un
especial valor que no puede ser ignorado. La pretensión ilusoria de construir
una “ética nueva” que habría de romper con la ética tradicional no sólo carece
de fundamento sino que deja traslucir una notable ignorancia. Ciertamente la
bioética – y con ella la ética médica- afronta hoy problemas nuevos, pero
cuenta con los mismos medios de siempre para resolverlos: el uso juicioso de la
razón y la luz de los valores y principios coherentes con la específica forma
de ser del hombre. No puede ser de otra forma.
Por
el contrario, sí resulta nuevo el talante dialogante, tolerante y respetuoso
que preside el ejercicio bioético. Así lo exige la diversidad cultural e
ideológica del mundo actual. Sin embargo, ser tolerante no significa rebajar
las exigencias de la realidad, ni el reconocimiento de sus auténticas
implicaciones éticas. Traduce en cambio la conciencia de que sólo una actitud
de diálogo abierto y honesto, respetuoso con la legítima libertad de las
conciencias, puede permitirnos avanzar juntos hacia el reconocimiento de los
valores y principios auténticos.
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