miércoles, 18 de marzo de 2015

.Universidad nacional autonoma de mexico
facultad de estudios superiores zaragoza
especialidad en estomatologia en el niño y el adolescente
C.d. samantha eycele baltazar ocampo
=Infecciones=


GINGIVOESTOMATITIS
La gingivoestomatitis es fácilmente reconocible y puede ser diagnosticada con una inspección visual de la zona afectada por un especialista calificado. La afección se presenta generalmente con características concretas, tales como: hinchazón, dolor y formación de úlceras, que normalmente no requieren pruebas adicionales. Sólo cuando los síntomas son persistentes o severos se realizan pruebas adicionales, como un hisopo de cultivo viral para identificar la causa de la inflamación crónica.

DIAGNÓSTICO
Individuos sintomáticos deben beber mucha agua para evitar la deshidratación, que puede ocurrir en presencia de malestar oral excesivo. Las personas con una infección activa, especialmente los niños, deben evitar tanto el contacto interpersonal directo como indirecto durante al menos dos semanas, o hasta que los síntomas hayan desaparecido completamente. Las personas deben tomar medidas proactivas para prevenir la propagación de la infección, tales como abstenerse de compartir vasos o cubiertos. Aquellos con infección  herpética inducida por la gingivoestomatitis tener un mayor riesgo de desarrollar queratoconjuntivitis herpética, una infección ocular grave que afecta negativamente a la córnea y puede causar cicatrización corneal que puede provocar pérdida de visión.

TRATAMIENTO


El tratamiento de la gingivoestomatitis infecciosa generalmente implica la administración de un medicamento antiviral, como Zovirax. Las personas que experimentan inflamación bucal deben evitar el consumo de bebidas carbonatadas o de ácidos que puedan causar irritación y malestar. Los medicamentos tópicos que contienen agentes anestésicos, tales como la lidocaína, pueden utilizarse para aliviar el dolor asociado con esta condición. Además, los individuos con manifestaciones no infecciosas de la inflamación oral pueden aliviar la irritación para remediar la causa subyacente, como evitar los alergenos conocidos o buscar un tratamiento para reducir la irritación.

 INFECCIONES ODONTOGENICAS
 Incluye varias entidades clínicas desde infecciones localizadas en el diente como pulpitis o periodontitis, hasta infecciones graves diseminadas en los espacios faciales de cabeza y cuello que pueden poner en peligro la vida del paciente.
 Microbiología
 Frecuencia de microorganismos asociados con infecciones odontogénicas
 AEROBIOS  (25%)                                       ANAEROBIOS  (75%)
  Cocos Gram positivos           85                    Cocos Gram positivos  30
            Estreptococos                  90                           Estreptococos                          25
            Estafilococos                   10                           Peptoestreptococos                 75
  Cocos Gram negativos           2                     Cocos Gram negativos   4
  Bacilos Gram positivos          3                     Bacilos Gram positivos 14
  Bacilos Gram negativos          6                     Bacilos Gram negativos            50
  Miscelánea                            4                                Fusobacterium              25
                                                                                  Bacteroides                              75
                                                                       Miscelánea                                2



El tipo de bacteria puede variar dependiendo del tiempo de evolución y de la gravedad del proceso infeccioso. En la fase aguda o de celulitis es frecuente aislar un solo microorganismo, en general estreptococos aerobios o facultativos como S. Milleri. En la fase de absceso generalmente se aísla una flora poli microbiana con tres a seis microorganismos y predominio de anaerobios.
 Vías de la propagación de la Infección
 Cuando se produce la inoculación del tejido periapical por bacterias a partir de un foco odontogénico, la primera barrera local que limita la propagación de la infección periapical es el hueso alveolar. Cuando queda allí confinada se denomina absceso alveolar o periapical. El diente es sensible a la percusión y a veces se halla extruído del alvéolo.
 Si la infección progresa tiende a diseminar a través del hueso esponjoso hasta encontrar una de las placas corticales. Cuando la infección ha erosionado el hueso cortical, la siguientes barrera es el periostio, que puede retrasar la propagación hacia los tejidos blandos, dando lugar entonces a la formación de un absceso subperióstico. El pus se acumula entre el hueso y el periostio y la disección del mismo debido a la presión hidrostática da lugar a un proceso agudo muy doloroso. Clínicamente aparece como una inflamación firme y dolorosa a la palpación por encima de la superficie cortical del maxilar.
 En la mayoría de los casos la barrera del periostio no es suficiente para frenar la infección y sigue hacia los tejidos blandos. La localización anatómica de la infección desde un diente cualquiera depende del lugar donde se haya producido la perforación en la cortical ósea y de la disposición anatómica de los músculos y aponeurosis adyacentes.
 Celulitis: es una tumefacción pastosa, con límites mal definidos, sin destrucción de tejidos ni formación de pus.
 Absceso: Tumefacción blanda con bordes bien definidos, con destrucción de tejidos y formación de pus.
 La infección puede quedar confinada en la cavidad oral o afectar los diferentes espacios faciales; estos son espacios virtuales entre los planos aponeuróticos que contienen tejido conectivo y diversas estructuras anatómicas. Pueden distenderse y llenarse de pus, estan estrechamente comunicados y la infección se pude difundir de unos a otros.
 Los espacio faciales se clasifican en primarios y secundarios.
Primarios: Se afectan directamente de una infección odontogénica, están adyacentes a los maxilares. Son: canino, bucal e infratemporal  en el maxilar superior; y bucal, submental, sublingual y submaxilar en el maxilar inferior.
 Secundarios: Se afectan por la extensión de la infección de los espacios primarios. La infección es más severa y difícil de tratar. Son: maseterino, pterigomandibular, temporal superficial y profundo, faríngeo lateral, retrofaríngeo y prevertebral.
 Absceso vestibular: Es el más frecuente. En los abscesos del maxilar superior es la forma más frecuente. En la mandíbula se da en área de incisivos, caninos y premolares.
 Absceso palatino: Es de tipo subperióstico, se da más frecuentemente en el incisivo lateral y en la raíz palatina del primer molar superior o de un premolar.
 Absceso del espacio canino: Se afecta por la infección del canino superior cuando erosiona la cortical por encima de la inserción del músculo elevador del labio superior.
 Absceso del espacio bucal: está delimitado lateralmente por la piel de la mejilla y medialmente por el músculo buccinador. Se afecta por la extensión de la infección desde molares inferiores y superiores que perfora la cortical por encima de la inserción del músculo buccinador. Es más frecuente el compromiso de molares superiores.
 Absceso del espacio infratemporal: Ubicado posterior al maxilar superior, limitado medialmente por la lámina pterigoidea, la porción inferior del músculo pterigoideo externo y la pared lateral de la faringe, hacia arriba por la base del cráneo y lateralmente por el tendón del músculo temporal y la apófisis pterigoides. En este espacio se encuentran la arteria maxilar interna, el nervio mandibular y el plexo venoso pteriogoideo. Se afecta infrecuentemente a partir de infección en terceros molares superiores. La proximidad con el plexo venoso pterigoideo permite que la infección pueda propagarse a través de la hendidura esfenoidal al seno cavernoso.
 Absceso submental: limitado por fuera por los vientres anteriores del digástrico, por arriba por el músculo milohihideo y por fuera por la piel. Su infección se produce a partir de los incisivos inferiores con raices que perforan la cortical labial por debajo de la inserción de los músculos mentonianos. Es poco frecuente su compromiso.
 Absceso sublingual: Limitado por debajo por el músculo milohioideo, por fuera por la cara lingual de la mandíbula, por encima por la mucosa del piso de la boca y por dentro por los músculos genihioideo, geniogloso y estilogloso. Se produce por perforación de la cortical lingual de origen en premolares y molares inferiores, sobre todo el primer molar inferior con ápices por encima de la inserción del milohioideo. La infección se propaga fácilmente al espacio submaxilar.
 Absceso submandibular: limitado por fuera por la piel, la aponeurosis superficial, el músculo platisma  y la capa superficial de la aponeurosis superficial profunda. . Por dentro está limitado por los músculos milohioideos, hiogloso y estilogloso y por arriba por la cara medial de la mandíbula y la inserción  del músculo milohioideo. La infección ocurre a partir de segundos y terceros molares inferiores con raices por debajo de la inserción del milohioideo.
 Angina de Ludwig: se presenta cuando se afectan los espacios submental, submaxilar y sublingual. Es una celulitis que se propaga rápidamente hacia los espacios faciales secundarios y provoca con frecuencia obstrucción de la vía aérea. Además presenta desplazamiento posterior de la lengua, trismus y disfagia, se trata agresivamente con desbridamientos amplios y antibioterapia, vigilando la vía aérea.
 AYUDAS DIAGNÓSTICAS
 Las infecciones de esta área presentan una gran cantidad y variedad de microorganismos presentes, además presentan bacterias anaeróbicas que dificultan el diagnóstico microbiológico. Hay gran posibilidad de contaminación de las muestras obtenidas para cultivo a partir de la flora normal. Además se presentan cultivos negativos cuando las bacterias son anaeróbicas debido a las dificultades de transporte y cultivo.
 El clínico debe valorar si el inicio de terapia precoz basada en criterios clínicos, podría beneficiar al paciente más que la confirmación del diagnóstico microbiológico, que ocasionaría demora en la iniciación del tratamiento. Generalmente se inicia terapia antimicrobiana empírica.
 Las muestras deben ser representativas del lugar de la infección y obtenerse en cantidad suficiente para permitir el examen directo y el cultivo.
 Previamente se deben hacer lavados repetidos con suero fisiológico evitando antisépticos que puedan afectar las bacterias antes de ser aisladas.
 Los fluidos y exudados de lesiones superficiales se recogen con una espátula y se colocan en tubos de ensayo estériles para llevarlos al laboratorio. Es preferible recoger la muestra por aspiración con aguja y jeringa y transportarla directamente al laboratorio
para mantener la anaerobiosis. Se debe evitar la presencia de burbujas de aire dentro de la muestra.
 El tiempo máximo recomendado entre la obtención y el examen microbiológico es de dos horas.
 Tinción de Gram
Útil para saber si el microorganismo es Gram positivo o Gram negativo, diferencia morfológicamente a las bacterias, indica el microorganismo predominante.
 Aislamiento y cultivo
La identificación exacta del microorganismo y el antibiograma requieren que sea aislado y cultivado. La mayoría de las infecciones están causadas por bacterias y su cultivo puede ser simple. El cultivo de Actinomices, hongos, chlamydia y virus requiere medios especiales.
 Imagenología
Radiología convencional. La radiografía simple más utilizada es la panorámica, que proporciona una visión amplia de las estructuras de los maxilares y las piezas dentarias.
 La sialografía es útil en infecciones parotídeas y submaxilares. Permite detectar cálculos y obstrucciones  a nivel de los conductos que no se visualizan en radiografías simples.
 La Gammagafía se utiliza con tecnecio 99 difosfonato o pirofosfato para el diagnóstico de osteomielitis. El tecnecio 99 tiene afinidad biológica por los cristales de hidroxiapatita y la cantidad de captación en el hueso es directamente proporcional a la cantidad de hueso reactivo, actividad osteoblástica y flujo sanguíneo regional. Se distribuye por vía intravenosa en todo el esqueleto y se concentra en áreas donde existe aumento del flujo sanguíneo y hueso reactivo. Las imágenes se obtienen 3 horas después de la inyección e indican la distribución del radioisótopo en áreas de actividad ósea incrementada. La radiación para el paciente es menor que la de una serie radiográfica.
 La tomografía computarizada y la resonancia magnética tienen mayor aplicación. La TC es más rápida y produce alta resolución de las imágenes óseas, además tiene menor costo. Sin embargo el contraste de los tejidos blandos es limitado y utiliza radiaciones ionizantes, que representa un pequeño riesgo.
 La RM tiene excelente diferencia de contraste entre los tejidos blandos y produce imágenes multiplanares de alta resolución. Puede dar imágenes en planos coronal, axial sagital y oblicuo. El tiempo necesario para obtener las imágenes es largo y estas se alteran si el paciente se mueve. Está contraindicada en pacientes con marcapasos, cuerpos extraños intraoculares y algunas prótesis metálicas.
 TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN ODONTOGENICA
 Es muy importante establecer primero la severidad de la infección. Se consigue con una buena historia clínica y un examen clínico detallados.
 La mayoría de las infecciones odontogénicas tienen una gravedad de leve a moderada y pueden tratarse de forma ambulatoria con terapéutica antibiótica oral. En algunos casos puede ser necesario hospitalizar el paciente y utilizar medidas agresivas.
 La extracción del diente causante de la infección puede estar indicada cuando clínica y radiográficamente se confirma la imposibilidad de rehabilitación, se debe hacer cubriendo previamente con antibióticos al paciente para evitar complicaciones secundarias por la infección.
Cuando existe una zona fluctuante intraoral se recomienda una incisión quirúrgica y drenaje. La mayoría de estos abscesos son vestibulares y la incisión se hace con bisturí y se deja un dren que mantenga la salida de exudado, se realiza generalmente bajo anestesia local.
Cuando la infección va mas allá de la mucosa  y llega a paladar blando, piso de boca, lengua o llega a los espacios faciales, se debe valorar bien los signos y síntomas porque la infección puede ser grave y requerir hospitalización.
Signos y síntomas de infección
Fiebre, escalofríos, deshidratación, trismus, dolor intenso, disnea, disfagia y evolución rápida. En laboratorio se encuentra leucocitosis superior a 10.000 por mm3.
 Compromiso sistémico
Las enfermedades que con mayor frecuencia pueden comprometer los mecanismos de defensa del paciente son: diabetes, alcoholismo, malnutrición, leucemia, linfoma, tumores malignos y tratamientos con drogas inmunosupresoras.
 Tratamiento quirúrgico
El tratamiento del absceso requiere un procedimiento quirúrgico, mientras que la celulitis se trata médicamente hasta que se resuelva o llegue a constituir un absceso.
 Tradicionalmente se ha considerado que se debe realizar desbridamiento quirúrgico cuando existen signos claros de formación de exudado, cuando está organizado el absceso. Otros autores consideran que el desbridamiento precoz en la fase de celulitis acelera la resolución del proceso e impide su diseminación a espacios profundos.

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